Lambán apoya el proyecto de regadíos para consolidar el liderazgo de la trufa en Sarrión

El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha mantenido este miércoles una reunión con la comunidad de regantes de Sarrión, con quien el Gobierno de Aragón está desarrollando la primera fase del proyecto de riego de apoyo a especies trufícolas en la zona. El objetivo del proyecto es mejorar su rentabilidad, asegurar una producción homogénea y regular que permita consolidar el liderazgo de Sarrión y su entorno.

Tras repasar la evolución de las obras, que están ejecutadas en casi un 73%, Lambán ha anunciado el compromiso con la segunda fase de los regadíos, que ya ha superado la declaración de impacto ambiental del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga). "El compromiso de los regantes ha sido clave para lograr desarrollar regadíos en esta zona, que por su orografía es especialmente complicado", ha señalado el presidente.

Lambán ha recordado que esta vieja demanda, que arrancó en 2008, fue declarada de interés general en mayo de ese mismo año y está a punto de convertirse en realidad, pues los plazos se están cumpliendo adecuadamente. Este proyecto beneficia a 617 hectáreas de los municipios turolenses de Sarrión, Albentosa, Manzanera y La Puebla de Valverde.

"El año que viene, en 2023, estará concluida la primera fase y dará comienzo la segunda, que será más sencilla porque muchas de las obras necesarias ya se habrán hecho en la primera parte del proyecto", ha indicado Lambán. 

Importante impulso económico y demográfico

El número de beneficiarios asciende a 134 regantes. El coste del proyecto es de 15,3 millones de euros y tiene un plazo de ejecución de 36 meses. Para los truficultores el compromiso del Gobierno de Aragón con los regadíos es importante, porque supone mantener un modo de vida que está ayudando a situar a Teruel en el mapa internacional de la trufa. 

La superficie destinada a la truficultura en la provincia de Teruel ronda las 10.000 hectáreas, con especial relevancia en la comarca de Gúdar-Javalambre, que ha supuesto un importante impulso económico y demográfico en la zona y ya se calcula un impacto directo en la creación de al menos un centenar de puestos de trabajo si continúa la siguiente fase del proyecto.

"Estamos contentos. La trufa es ahora un elemento dinamizador de las zonas rurales. Estamos en un buen momento porque se conoce mucho la trufa de Teruel y estamos siendo capaces de comercializar el cien por cien del producto", ha señalado el presidente de la Comunidad de Regantes de Sarrión, Manuel Doñate.

La superficie a regar se destinará al cultivo de la trufa, la actividad agrícola actual más importante y con mejores perspectivas futuras. Este sistema de regadío, que asegurará el riego a pequeños propietarios que con sus propios recursos no podrían hacerlo, es un ejemplo para otras zonas truferas. 

Los regantes han mostrado su interés por continuar con una segunda fase de transformación en regadío, que afectaría a una superficie de 342 hectáreas y beneficiaría a 112 propietarios. Dicha fase supone un incremento del 54% de la superficie a irrigar.

"La segunda fase creemos que empezará con buen pie y queremos que tenga un final feliz, que nos hace mucha falta para seguir con la producción", ha recalcado Doñate.

Los trabajos comenzaron el 27 de marzo de 2020 y se están ejecutando la administración autonómica con medios propios de TRAGSA. La participación del Gobierno de Aragón en el proyecto es de 6,7 millones de euros y 8,6 millones de euros los aporta la Comunidad de Regantes de Sarrión, tal como se contempla el convenio firmado el 24 de mayo de 2019.

Tras la reunión, el presidente, junto con la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, se ha desplazado hasta el terreno para supervisar las obras de la balsa principal de abastecimiento y comprobar la buena marcha de los trabajos que finalizarán en marzo de 2023.