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NOVEDAD EN LA OFRENDA

El manto de la Virgen cambia este año y será multicolor

La organización de la Ofrenda pretende integrar mejor la imagen con la estructura piramidal, de tamaño más reducido esta edición

ARAGÓN NOTICIAS /
La Virgen, con el manto blanco de flores.
icono foto La Virgen, con el manto blanco de flores.

El manto que cubre la peana principal de la Virgen será multicolor en la Ofrenda de Flores de este año. Será la primera vez que se verá esta imagen desde que, en 1998, se estableció el blanco como tono fijo y, más tarde, en 2012, el Ayuntamiento de Zaragoza decidió alternarlo con el rojo cada año.

Según trasladan desde el consistorio zaragozano, la variedad cromática del manto pequeño de la Virgen servirá para integrar mejor la imagen con el resto de la estructura, que siempre ha sido multicolor. Este año estará ubicada en la fuente de la Hispanidad y, en principio, perderá tres pisos de altura, además de su parte trasera.

Esta novedad, la variedad de colores de las flores, romperá con la reciente tradición de alternar cada año los tonos rojo o blanco de la peana en la que nunca falta la icónica Cruz de Lorena. Un símbolo mundial de la lucha contra la tuberculosis que este año también tiene reservado su sitio -aunque aún no se ha determinado si en el manto pequeño o en otra posición-  y que se verá resaltado por un óvalo de claveles blancos que, se espera, aporten los grupos de oferentes que pasen por la Virgen entre las 7:00 h. y las 8:00 h. para facilitar la labor de los jardineros. 

Esta será una de las novedades más llamativas del formato reducido ideado por el Ayuntamiento de Zaragoza para sacar adelante la Ofrenda de este año pese a las restricciones a que obliga la pandemia, y que han llevado al consistorio a establecer un máximo de 20.000 oferentes escogidos por sorteo, diseñar un recorrido diferente con horarios establecidos y una estructura piramidal de tamaño más reducido.   

En la última Ofrenda, en 2019, el manto lució blanco

Tras la última edición de 2019, en la que el manto pequeño fue blanco, y la suspensión de la Ofrenda en 2020 a causa de la pandemia, las fotos para el recuerdo inmortalizarán este año una estampa especial de la Virgen del Pilar, más abrigada por un manto multicolor que visualmente llegará casi a sus pies y que estará formado por miles de claveles y gladiolos. Una imagen polícroma, que de alguna manera, puede recordar a las primeras muestras de devoción allá por los años 60 del siglo pasado, en las que, de manera mucho más austera, arropaban a la Virgen frente a la fachada de la basílica. 

Fue en 1958 cuando el consistorio orientó el fervor espontáneo de los oferentes hacia una ofrenda de flores organizada mediante la instalación de un altar frente a la fachada principal de la basílica. Allí se colocó una réplica de la Virgen y un pequeño armazón que se fueron rellenando con las flores de los fieles. Once años después, en 1969, las flores pasaron a adornar el relieve 'La Venida de la Virgen a Zaragoza', obra del escultor Pablo Serrano. 

Pero el cambio determinante que multiplicó el impacto visual y contribuyó al éxito rotundo de la cita del 12 de octubre aconteció en 1998, cuando, a raíz del aumento ininterrumpido de oferentes año tras año, que acabó saturando el relieve de Pablo Serrano, se adoptó la propuesta del cineasta Bigas Luna para instalar una estructura piramidal en el centro de la plaza del Pilar, con el fin de que el acto ganase en amplitud y espectacularidad. 

En la edición especial de este año, en la que la mascarilla será obligatoria en todo momento, los grupos de oferentes partirán del Parque Macanaz y completarán un recorrido que les llevará por la calle Palencia, el puente de Santiago, el paseo Echegaray y Caballero y la calle Florencio Jardiel, vía a través de la cual accederán a la plaza del Pilar para hacer entrega de sus flores. Tras depositar su ofrenda a la Virgen, abandonarán la plaza por la calle Salduba. En el caso de los oferentes individuales, contarán con acceso propio desde el edificio de La Lonja, en la esquina con la calle Don Jaime I, el paseo de Echegaray y Caballero y San Vicente de Paúl.