Publicidad
TERCERA EDAD

La vejez activa se impone: del 'cohousing' senior a las actividades en comunidad

En Teruel, la residencia San Hermenegildo proporciona apartamentos privados a sus residentes y zonas comunes para compartir tiempo y experiencias

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Dos personas pasean de la mano.

El envejecimiento va unido, en muchas ocasiones, a la soledad. En Aragón, el 21,5% de la población es mayor de 65 años. Para combatir la soledad hay personas que buscan compañía y respaldo en esa etapa vital, y la encuentran en cooperativas de viviendas como en la de San Hermenegildo, en Teruel.

Esta opción tiene en cuenta las necesidades de vivienda de los mayores y los cambios que precisan para adaptar las estancias a su día a día. Los mayores buscan alternativas que les permitan seguir siendo autónomos, pero, a la vez, con servicios que satisfagan sus necesidades.

"El 'cohousing' es un modo de convivencia. Vivimos en un apartamento, pero con zonas comunes como el comedor o la lavandería. No nos preocupamos de nada, nos lo dan todo", señala José Luis Gómez, presidente de la residencia San Hermenegildo. 

José Luis vive en uno de los apartamentos de la cooperativa. Comparte vivienda con su mujer y su hijo. "La independencia es lo que más se valora, pero también el estar acompañado", comenta Rosa Gironés, que vive en el centro junto a su marido, Pascual Blou."Valoramos que es todo muy amplio y está todo muy limpio. Nos lo dan todo hecho. Tenemos una buena vida", resalta ella. 

Los apartamentos son totalmente privados y están adaptados a las necesidades de sus ocupantes, pero al otro lado de cada puerta hay numerosas opciones para estar acompañado, compartir actividades y disfrutar de la vida en comunidad

"En los apartamentos puedes relacionarte, hacemos gimnasia, se hacen talleres de memoria, todos los días hay bingo y guiñote. Es una convivencia, pero también tienes tu espacio individual en tu apartamento", subraya el presidente de la residencia. 

Biscarrués, ejemplo de vida activa más allá de los 65

No solo en espacios dedicados a la tercera edad se apuesta por mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Como en otras muchas, en la localidad altoaragonesa de Biscarrués, donde viven 190 personas, de las que más del 30% son mayores de 65, se vuelcan en mantener un ambiente activo para todos sus vecinos. 

"Es un pueblo con muchas actividades y con mucho ocio para ser una localidad pequeña", señala la presidenta de las asociación de Amas de Casa de la localidad, Isabel Ciria. 

La localidad cuenta con una población muy longeva, muchos de sus habitantes superan los 90 años, la mayoría manteniendo un buen estado de salud y de forma. 

"Hay actividades para todos. Tenemos gimnasia, que en verano hacemos en la piscina, y la adaptamos a cada persona. Una vez a la semana hacemos taller de memoria", comenta Ciria. Vivir en localidades pequeñas y con una población envejecida tiene sus inconvenientes. "Lo peor es que nos faltan servicios. Necesitamos tener transporte para ir al banco, a comprar o al médico. Muchos dependemos de nuestros hijos para que nos lleven", lamenta.

Con todo, en los últimos años las personas mayores están tratando de cambiar la visión que la sociedad tiene de la tercera edad. Una labor para la que piden ayuda a las instituciones y facilidades para poder seguir siendo autónomos el máximo tiempo posible.