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OBSERVATORIO DE IGUALDAD

La Universidad de Zaragoza amplía el protocolo frente a acoso al colectivo LGTBI

Han creado una Oficina de Prevención y Respuesta ante el Acoso (OPRA) en la residencia de profesores del campus de San Francisco

ARAGÓN NOTICIAS /
Rueda de prensa de la Universidad de Zaragoza.
icono foto Rueda de prensa de la Universidad de Zaragoza.

La inclusión expresa del acoso por orientación sexual, expresión o identidad de género para atender las necesidades del colectivo LGTBI+, la Oficina de Prevención y Respuesta ante el Acoso (OPRA) y un plan de formación para toda comunidad son algunas de las novedades del nuevo protocolo de prevención y actuación frente al acoso de la Universidad de Zaragoza.

El protocolo, aprobado el 1 de julio del pasado año, y que entró en vigor el 17 de julio, fue coordinado por el Observatorio de Igualdad de Género de la Universidad de Zaragoza y pactado con las organizaciones sindicales. Se ha presentado este martes, el mismo día que ha comenzado el plan de formación, con una primera sesión a la que este martes han asistido el rector, José Antonio Mayoral, el consejo de dirección y el secretariado.

Un plan de formación que continuará el próximo día 25 y que se centrará en febrero y marzo en otros colectivos de la comunidad universitaria, como el personal de administración y servicios o el estudiantado, según han detallado el rector, la vicerrectora de Cultura y Proyección Social, Yolanda Polo y la directora del Observatorio de Igualdad de Género, Sara Alcázar.

El nuevo protocolo amplía el existente desde 2006, que únicamente contemplaba el acoso por razón de sexo, con el fin de incluir las necesidades del colectivo LGTBI+ y crea una oficina física en la residencia de profesores del campus de San Francisco en Zaragoza (OPRA), atendida por tres personas: la propia Alcázar, un técnico y otra plaza que está por resolver.

Con este nuevo protocolo, que se puede conocer en profundidad en la web del Observatorio de Igualdad de Género, la Universidad de Zaragoza se compromete a mantener y sufragar el apoyo a la víctima hasta su recuperación y dotarse de un instrumento jurídico "más desarrollado" para cuando haya este tipo de conductas.

El objetivo es prevenir los tipos de acoso, diseñar las actuaciones a implementar en su caso y sin perjuicio de acciones legales y la solución de forma rápida de las quejas y denuncias, formar, informar y sensibilizar a la comunidad universitaria, formada por unas 40.000 personas, según Mayoral, y garantizar "la seguridad, integridad y dignidad" de las personas, además de recomendar la aplicación de medidas efectivas y cautelares, ha explicado Alcázar.

"La intención es ser transparentes, prevenir e identificar los casos antes de que pasen de ser faltas a delitos, garantizar a las víctimas la confidencialidad, actuar cuando no haya más remedio de forma rápida hasta su resolución y respetar la presunción de inocencia", ha recalcado el rector, quien ha apuntado que si en futuras revisiones se ve que es necesario actualizarlo, "se hará".

Además, el documento establece que cada académico elabore un informe con las actuaciones y casos que se hayan producido, que se publicará en el portal de transparencia y se comunicará al Consejo de Gobierno.