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RIADA

Una jornada intensa de achique y de trabajo en las motas

En Novillas, la Guardia Civil autoriza el regreso de los desalojados a sus viviendas

ARAGÓN NOTICIAS /
Efectivos de la UME trabajando en una de las zonas afectadas en Remolinos.
icono foto Efectivos de la UME trabajando en una de las zonas afectadas en Remolinos.

Efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) siguiendo la indicación de los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) han procedido a la rotura de una mota ubicada aguas arriba de Remolinos.

Una medida de emergencia que se adopta con el propósito de aliviar la presión y evitar la inundación de la localidad zaragozana, adonde se espera que esta tarde llegue la punta de la crecida del Ebro. Aguas arriba, en Pradilla, el nivel del río marcaba a las 20:00 horas 8,91 metros, ya de bajada tras registrar el máximo (9,14 metros) a las 10:00 horas. 

"Hemos roto la mota que sirve de protección a Remolinos porque el agua la había saltado ya y, de esta forma, se alivia la zona de cultivo anegada y se facilita que el agua vuelva al cauce del río", ha explicado Alfredo Sánchez, brigada jefe de la sección de Máquinas del IV Batallón de la UME. 

La medida ha evitado que el agua alcanzase el casco urbano de la localidad ribereña y, de paso, ha salvado una granja de 1.500 cabezas de ganado que ya se vio seriamente afectada en la crecida de 2015, cuando el agua alcanzó allí el 1,20 metros de altura.

Dos efectivos de la UME ayudan a los trabajadores de granja Hermanos Muñiz Gil de Remolinos.

"No hay naves para trasladar todos estos animales y la comida que necesitan a diario y luego está el ordeño porque si las evacuamos, son tres días, otros tres para limpiar, y tres más para traerlas, pero al cuarto día si no las ordeñas, reabsorben la leche y al sexto ya no darían y tendrían que ir al matadero", ha explicado Rubén Muñoz, uno de los propietarios de la granja. 

El destacamento de la UME, asistido por el personal del 112 y siguiendo igualmente las indicaciones de la CHE, ha levantado durante la mañana de este lunes una barrera de contención de 300 metros para evitar que el agua llegase al pueblo.

Visita de los consejeros 

Precisamente este lunes los consejeros de Presidencia, Mayte Pérez, y de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Joaquín Olona, y la directora general de Interior y Protección Civil Gobierno de Aragón, Carmen Used, han visitado la localidad ribereña. Guiados por su alcalde, Alfredo Zaldívar, han sido informados de las afecciones producidas por la crecida extraordinaria y la respuesta de las obras realizadas con anterioridad. 

"Se ha roto alguna mota en algún punto y lo mismo da que se haya roto una que siete. Al fin y al cabo, por esos puntos va a entrar el agua y va a hacer que se inunden la huerta y las granjas, que ya se han evacuado,  por supuesto", ha explicado el regidor del municipio ribereño, ubicado junto a uno de los meandros del río Ebro. 

Para Zaldívar, el problema de las inundaciones no solo por reiterado le parece grave: "Estamos ante una situación que nos ha ocurrido muchas veces, lo que pasa es que lo que no había sucedido es que llegase el agua hasta las inmediaciones del municipio", ha apuntado.

Regreso de los desalojados  

Novillas, el primero de los pueblos aragoneses en recibir la crecida extraordinaria del Ebro, respira cierto alivio tras vivir horas de de angustia. A las 15:00 horas la Guardia Civil ha comunicado que los vecinos desalojados de sus viviendas este domingo ya pueden regresar a ellas tras haber pasado el peligro. El pregón de la localidad zaragozana ha trasladado la noticia por sus calles. A las 16:00 horas, el Ebro registraba allí una altura de 7,95 metros, una crecida sostenida y lenta que en las últimas tres horas ha descendido a razón de cuatro centímetros por hora (esta mañana al mediodía marcaba 8,09 metros) y que a las 20:00 horas ha marcado un registro de 7,80 metros. 

Desde la CHE insisten en que no puede hablarse un pico concreto, sino de un caudal máximo en una crecida sostenida que durará varias horas y que ahora mismo centra su mayor atención y peligrosidad en el tramo comprendido entre las localidades de Pradilla y Alagón. 

Aguas arriba, en Gallur, el acceso desde Tauste permanece cortado. El agua ha rebasado la zona del merendero a la altura de la desembocadura del río Arba y el vial próximo al campo de fútbol municipal ha quedado sumergido por el agua. 

Las motobombas garantizan el funcionamiento de la depuradora de Boquiñeni.

Por su parte, en Boquiñeni se ha procedido a la instalación de seis motobombas para achicar el agua que se ha colado en varias de sus calles. En concreto en una de ellas, situada en la periferia de la localidad, Protección Civil ha abierto uno de los diques de tierra que se había levantado esta mañana tras constatar la existencia de filtraciones y el rebosamiento, que ponía en peligro a las calles adyacentes. Además se ha preservado la integridad de la depuradora con la instalación de otras dos motobombas. Allí el agua se ha quedado a las puertas.  

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