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OBJETIVO

La tecnología y la robótica se ponen al servicio de las personas con discapacidad

Los últimos avances mejoran las prótesis ortopédicas y la inteligencia artificial supone una gran herramienta para las personas con discapacidad visual

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Prótesis de mano.

La alianza de la tecnología y la robótica se ha convertido en un elemento fundamental para la mejora de la calidad de vida de personas con discapacidad, y un apoyo muy importante en su rutina diaria. Este viernes se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad y el programa Objetivo de Aragón TV mostrará el sábado las aplicaciones y nuevas tecnologías que se ponen al servicio de las personas que necesitan, por ejemplo, de una prótesis en su día a día. 

Es el caso de José León, quien tras un accidente en el que un camión le atrapó las extremidades inferiores y seis operaciones en menos de un año y medio, decidió amputar parte de una de sus piernas para evitar la infección de sus huesos: "Me cogió las dos piernas, una la absorbió mucho la bota de seguridad, pero la otra me la cogió por el medio", explica. Ahora, José León trabaja como expendedor de cupones en la ONCE. "Antes, la pierna pesaba lo que no está escrito porque los tubos eran más duros, la pierna era más dura y la fibra de carbono la tenía que llevar más gorda", recuerda.

Tras la amputación de un miembro, necesitó tiempo para acostumbrarse a su nueva situación y a la prótesis que le va a acompañar en adelante. "La pierna está totalmente articulada, el tobillo se mueve, por lo cual, a la hora de subir escaleras viene muy bien, al subir la rampa me ayuda a alzar el paso. La anterior me ayudaba a tomar impulso, pero no podía hacer absolutamente nada, porque lo que es la parte de la fibra pesaba muchísimo. Es muy cómoda para quitarla y ponerla, simplemente es tocar un botón", señala José León.  

La tecnología ha revolucionado las prótesis

Un engranaje fundamental para las personas que han sufrido una amputación es el contacto con las ortopedias y con sus profesionales, pues en ellos recae la elección y adecuación de las prótesis. 

"Yo calculo que esto lo haría mi padre allá por los años 50 o así", estima Enrique Huertos, técnico ortopédico y propietario de Centro Ortopédico (Zaragoza), mientras sujeta una muestra de madera de una mano

Desde aquella prótesis han pasado 70 años y un sinfín de avances tecnológicos que facilitan el día a día de las personas con movilidad reducida. "La electrónica ha arrasado y nos ha permitido cosas increíbles. Hace 20 años no podía imaginar que las cosas que ahora estamos utilizando estarían a nuestro alcance", indica Enrique, quien confiesa no atreverse si quiera a imaginar lo que deparará el futuro en este campo.  

"Tenemos todo lo último de mecatrónicas, es decir, aquí ya no solo estamos hablando de algo que nos facilite la movilidad si no que nos proporciona una seguridad tremenda", explica el ortopeda, quien aplaude los últimos avances y la ayuda la calidad de vida que proporciona la tecnología a los pacientes. "La rodilla toma decisiones, hace lecturas, muchísimas lecturas por segundo, y es capaz de autorregularse para responder al momento", lo que favorece que la persona que lleva la prótesis pueda caminar sin estar pendiente de si el aparato va a funcionar correctamente.

En procesos como el de León, las personas que pierden una extremidad necesitan no solo de una prótesis, sino también de un profesional que ayude y acompañe en el proceso de rehabilitación.

Un proceso en el que participa Luis Montano, investigador IA3 del Grupo Robótica, donde trabaja en el proyecto 'Hyper', un trabajo multidisciplinar con una gran meta: "El objetivo de este proyecto era desarrollar una serie de técnicas para atender o mejorar la calidad de vida y la rehabilitación, es decir, la capacidad de rehabilitación de personas que hayan sufrido algún accidente cerebrovascular o lesión medular que les limita o impide parte o todo el movimiento de las extremidades que sean".

Todos estos avances suponen una gran inversión económica para los usuarios, por eso, personas como Adrián Blasco, socio de Zaragoza Makers, ponen a su disposición sus equipos de impresión 3D: "En España existen muchas asociaciones como ésta para poder aportar ese granito de arena que, al final, no nos cuesta casi nada imprimir estas piezas y luego enviárselas a sus respectivos dueños", señala frente a la pantalla de su ordenador, donde se adivinan una serie de piezas que en unas horas serán dedos articulados listos para ser parte de una prótesis. 

"Con el programa informático se crea el fileteado -capas que se imprimen de una pieza- y podemos ver como realiza desde la primera hasta la última de una pieza concreta". En este caso, serían las piezas impresas de los dedos, que luego, una vez acabadas, "se ensamblarán y montarán en una mano completa", que luego la iniciativa envía a la plataforma 'Ayúdame 3D'

Impresora 3D.

La tecnología va mucho más allá. La inteligencia artificial es una gran herramienta para las personas con discapacidad visual. "A mi me ha cambiado muchísimo la vida, es decir, yo antiguamente manejaba teléfonos de teclas y el manejar un teléfono con unas características determinadas supone todo, es decir, me supone mandar mensajes, el poder leer libros, el poder leer un correo. No sabría vivir sin el móvil", señala Ricardo Ade, socio de la ONCE. 

Al igual que la tecnología que rodea al dictado por voz, los nuevos aparatos se adaptan a las necesidades y permiten disfrutar a todos de cualquier película. La diferencia reside en que en los momentos de silencio, donde no hay diálogo, una voz en off describe lo que aparece en pantalla para rellenar la parte más visual de la película

Aplicaciones como 'Jaws' trabajan en beneficio de las personas con discapacidad. "Se trata de un lector de pantalla, que es para las personas que aunque dispongan de un resto visual no ven lo que pasa en la pantalla y hay que utilizar la voz. También usamos la línea braille, que es un dispositivo que también necesita el 'Jaws' para poder leer la información que aparece en la pantalla línea a línea en braille", indica Nieves Santorum, instructora de tiflotecnología  en la Delegación de Aragón de la ONCE.

"Para mi supone el acceso a todo, desde poder leer los correos, poder acceder a información y sobre todo, a día de hoy, a puestos de trabajo. Me permite poderme integrar dentro del mercado laboral, y tener una vida normal y corriente como cualquiera, tener todo al mismo alcance", señala Sergio Piñeiro, socio de la ONCE y usuario de esta tecnología, quien sueña con que, "algún día", también existan coches adaptados a las personas ciegas.