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ARAGÓN

La sequía sigue vaciando los embalses aragoneses y amenaza el riego de las hortalizas de invierno

Las comunidades de regantes comienzan a imponer restricciones en el uso del agua y temen no poder regar en condiciones óptimas los cultivos de la temporada invernal

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Vista aérea de la situación actual del embalse de Yesa.

Los embalses de la cuenca del Ebro se encuentran por debajo de su capacidad normal en un mes de septiembre. Las reservas hídricas están al 37,2% de capacidad,14 puntos menos de lo habitual en esta época. Esta sequía provoca problemas en el campo aragonés, que comienza a imponer restricciones en el uso del agua y temen no poder regar en condiciones óptimas las hortalizas de invierno. 

Preocupan especialmente los pantanos de la margen izquierda. El de Yesa es un claro ejemplo de la sequía que amenaza a las reservas hídricas de Aragón, ya que se encuentra al 13% de su capacidad. El embalse de Búbal está también bajo mínimos, apenas tiene un 8% de agua embalsada, mientras que Mediano ronda el 16%. 

La margen izquierda del Ebro sufre una sequía permanente, pero es una situación previsible y el abastecimiento de agua de boca está asegurado, según explican fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Y esto a pesar de la situación de emergencia en ríos como el Cinca o el Aragón, donde se ubica Yesa.

"Normalmente, terminamos la campaña de riego en torno a 100 hectómetros cúbicos y, a día de hoy, estamos en 61. Si bien es cierto que, dadas las fechas en las que estamos, el final de la campaña de riego es inminente. Digamos que con los prorrateos que se ha hecho, se ha conseguido garantizar esa campaña y, sin duda, los abastecimientos siguen estando garantizados", tranquiliza Esther Ruiz, jefa de Servicio del Sistema de Vigilancia de las Cuencas de la CHE. 

El campo aragonés sufre las consecuencias de la sequía

La sequía se nota en las reservas de agua y se traduce en problemas en el campo aragonés, donde los agricultores contemplan implantar restricciones de agua para el riego. "Estamos en riesgo. Si no se recupera un poco Yesa, no tenemos agua para regar las hortalizas de invierno", apunta un agricultor.

Los regantes que dependen del Canal de las Bardenas señalan que este es el año más seco que ha sufrido el sistema. Las balsas laterales apenas contienen un 1% de agua. "Está siendo un final agónico para los regantes, puesto que para las fechas en las que estamos tenemos que llevar un 50% o un 60% menos de agua en estas fechas", lamenta el presidente de la Comunidad de Regantes. Allí, la campaña de riegos empezó con asignaciones menores de lo habitual y terminará antes de lo previsto. 

Por otra parte, en la margen derecha del Ebro la situación es menos alarmante. El pantano de Calanda está al 58% de su capacidad; La Tranquera, al 36% y Mequinenza, al 33%.

Situación actual del embalse de Yesa. 

El embalse de Barasona se encuentra ligeramente por encima del 30% de su capacidad. De casi 85 hectómetros cúbicos que podría albergar, contiene 26. Son datos que entran dentro de la normalidad, pero que están por debajo de la media de los últimos cinco años, cuando, para estas fechas, se superaban los 28.

El regadío supone el 80% del consumo hídrico de Aragón y todos los embalses van a acabar por encima de la capacidad mínima que determina el corte de riego. Con las reservas al 36%, la sequía preocupa, reconoce el consejero de Agricultura, Joaquín Olona, quien reconoce la tarea realizada por los agricultores: "Ha terminado la campaña de riego, prácticamente, sin dificultad, no porque haya sobrado agua, sino porque se han ajustado o se ha adaptado la campaña a las previsiones que se hicieron en su momento".