La ola de calor, un inconveniente para la venta de helados

Fresa, chocolate, yogur... Hay helados para todos los públicos, y más en verano. Es un imprescindible del verano y su venta se incrementa durante los meses de junio, julio y agosto, de forma que la mitad de la facturación anual de las heladerías corresponde al periodo estival, según explica Brenda Serione, responsable de Heladerian Helato.

Sin embargo, el calor extremo, al contrario de lo que se podría pensar, no aumenta las ventas. Esto se debe a que, en general, los potenciales clientes locales evitan el calor en las horas centrales de la jornada y salen más tarde de casa, en muchas ocasiones coincidiendo con el cierre de las tiendas, por lo que la venta se limita a los turistas, de forma general. 

"Para nosotros, las ventas no son buenas con tanto calor porque, ¿quién es el valiente que sale? Solo el que no tiene más remedio, el que ha venido de fuera y está de paso. El resto, los locales, esperan a que caiga el sol", corrobora Marisol Andrade, de la heladería Dino. 

Aun así, los helados siguen siendo los reyes del verano y la amplia paleta de sabores que ofrecen los hacen irresistibles para aliviar el calor estival. Además, la cantidad de gustos ha ido aumentando con el paso de las temporadas, pero si hay algo que no cambia es que los favoritos siguen siendo el chocolate y la vainilla.