La OCU pide regular la profesión de 'influencer' como ya está haciendo Francia

La Unión de Consumidores pide que España regule la actividad de 'influencers','streamers' y 'youtubers', como acaba de hacer Francia. El Senado galo lo acaba de aprobar por unanimidad ante el lucrativo y creciente negocio que supone dedicarse profesionalmente a las redes sociales.

La clave de la nueva ley francesa reside en considerar y definir al 'influencer' como una profesión. Al otro lado de los Pirineos se describe este empleo como el de "la persona física o jurídica que utiliza su audiencia para promocionar algo a cambio de una remuneración". A partir de ahí regula esta actividad, prohibiendo, por ejemplo, promocionar comercialmente productos peligrosos o fraudulentos, como la cirugía estética, servicios financieros, como las criptomonedas, prácticas médicas sin base científica o apuestas deportivas.

Además, la nueva normativa les obliga, a su vez, a indicar si han puesto filtros en fotografías o videos que compartan en las redes sociales. Al igual que si estas están retocadas o son imágenes creadas con inteligencia artificial. La ley francesa también especifica que deberán firmar contratos por escrito con las marcas cuando vayan a promocionar algo.

Si incumplen alguna de estas condiciones, las multas pueden llegar a los 300.000 euros e incluso pueden ser condenados a penas de dos años de prisión.

Los 'influencers', a examen

Una brigada especial de 15 agentes, a tiempo completo, velará por el cumplimiento de todo ello. De momento, ya están analizando 50 cuentas de y han detectado que, al menos, 30 contienen infracciones. 

En España, las empresas cada vez gastan más dinero en márquetin a través de 'influencers', 92 millones de euros el pasado año. Se estima que existen alrededor de 9.000 creadores profesionales de contenidos con más de 100.000 seguidores.

"Se han convertido en profesionales. Algunos tienen un lucro evidente y tienen que operar con las mismas normas con las que se opera en el resto de canales", señala Alejandro Marín desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Eduardo Senante es farmacéutico y experto en dermocosmética. En sus redes sociales suma 48.000 seguidores. Cada día resuelve dudas sobre diferentes productos en su perfil. Con todo, está a favor de que se regule la profesión en España. Cree que es una forma de garantizar más seguridad en temas relacionados con la salud: "Realmente, existe mucha desinformación en redes. Se emite información perjudicial y es necesario regularlo".

Para la OCU, el paso dado por el país vecino supone proteger al consumidor de posibles abusos. "Entendemos que es necesario porque existe un riesgo para el consumidor. Muchas veces, en la red no se opera con las mimas normas que en el resto de canales habituales y es la "ley de la selva"", añade Marín.