La niebla persistente y su repercusión en nuestra salud

Hace ya días que la niebla nos acompaña en muchos puntos de Aragón. Se calcula que un tercio de la población general es 'meteorosensible', es decir, que le afectan los cambios climatológicos. Bien en lo físico o bien en lo psicológico. Así que si han notado alguna alteración en su estado de ánimo puede que se deba a que hace más de una semana que no ven el sol.

Y es que el tiempo nos afecta, aunque a veces no nos demos cuenta. Por ejemplo, hay quien puede barruntar una tormenta cuando le duele una articulación, pero también afecta cuando un fenómeno se mantiene el tiempo. En el caso de la niebla, no ver el sol "supone una tendencia a la depresión, a no querer salir de casa o al hartazgo", explica el neurólogo Javier López del Val.

Sobre todo los habitantes de la depresión del Ebro conocen esta situación, que les produce "tristeza, que no tienes tantas ganas de hacer cosas", explica una zaragozana. A lo que se suma querer quedarse "en casa en el sofá con la manta que salir a trabajar, la verdad". No obstante, hay quienes prefieren no ver el sol porque "prefiero esto al cierzo", explican. 

El cuerpo tiene una capacidad defensiva frente a estas situaciones, pero se agota, y cuando eso ocurre comienzan los cambios en la patología humana. Del Val explica que con la niebla, también se ven afectadas nuestras articulaciones y suframos dolores, que se acentúan en el caso, por ejemplo, de los mayores que padecen artrosis, debido a la humedad y el frío. Para luchar contra todo ello, las recomendaciones son  cuidar el sistema inmunológico, el descanso y mentalizarse. Pensar que, tarde o temprano, saldrá el sol.