La N-230, el eje que une Lérida con Viella a través de Aragón, pasará a tener tres carriles

La carretera Nacional 230 a la altura de la localidad oscense de Benabarre es uno de los puntos más complicados de la carretera de la Comunidad, dado que es una vía muy transitada al unir Lérida con el Valle de Arán. Ahora, el Ministerio de Transportes ha acordado impulsar nuevas actuaciones en la vía.

Se ha concretado este viernes que la autovía no será la fórmula utilizada entre Alfarrás, en Cataluña, hasta Benabarre, sino que se mantendrá como carretera convencional, pero se aumentará la capacidad con un tercer carril, al igual que pasará hasta Sopeira. En total, serán 163 kilómetros en los que se actuará hasta la frontera francesa en el Valle de Arán. La voluntad del Ministerio es que las obras se vayan realizando cuanto antes, pero primero se tendrán que terminar las redacciones de los proyectos.

El objetivo principal es aumentar la seguridad y dar una solución que no se alargue en el tiempo y que no tenga ni un fuerte impacto ambiental ni suponga elevadas inversiones. "Necesitamos impulsar y mejorar esta carretera, sobre todo en el aspecto de la seguridad viaria y funcionalidad, y lo necesitamos hacer sin ir a soluciones que quizá se dilatarían mucho en el tiempo, que tendría mucho impacto ambiental, que tendrían un fuerte impacto territorial y además serían muy costosas", ha señalado Xavier Flores, secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes.

Los ayuntamientos e instituciones de la zona han valorado positivamente este esquema. "Es un planteamiento común, que el Ministerio ha atendido y recogido. Valoramos el planteamiento de la racionalidad, económico, medio ambiental y también social", ha indicado Miguel Gracia, presidente de la Diputación de Huesca. Por su parte, el alcalde de Benabarre, Alfredo Sancho, ha indicado que la satisfacción "es máxima, es la primera vez que se ha escuchado al territorio, hay buena predisposición del Ministerio".