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CONSUMO

¿Son la mascarilla y el teletrabajo las causas de la 'crisis de los chicles'?

Su consumo ha caído un 45% en el último año en España, frente al chocolate, que ha subido algo más de un 6%

SILVIA ROMEO /
Puesto de chucherías y chicles.
icono foto Puesto de chucherías y chicles.

¿Es el chicle el principal afectado de la 'crisis del dulce' que se ha producido este 2020 en España? La respuesta es afirmativa. Sus ventas han caído un 45% en el último año y, según informa la Asociación Española del Dulce (Produlce), las principales razones son que se trata de un consumo muy asociado a la vida social -este último año entorpecido y sustituido, en parte, por el consumo doméstico- y porque sus ventas se acumulan especialmente en pequeños comercios, gasolineras, estancos o quioscos, muy golpeados por la pandemia del coronavirus.

La mascarilla y el teletrabajo tampoco han ayudado a paliar este bajón en la industria. La responsable de la tienda zaragozana Dulces Catalina, dedicada a la venta de chicles y caramelos desde 1940, asegura que ha sido "brutal" el impacto de la COVID-19 en su negocio. "Aquí venía mucha gente de oficina, que entraban y salían a media mañana a tomar un café y luego se llevaban un paquete de chicles. Al empezar a teletrabajar, hay clientes que eran fijos y que ahora pasan por las tardes, pero a saludar", explica Chayo Cerdán.

El director de marketing de Frutos Secos el Rincón, Francisco Rodríguez, también reafirma la reducción de ventas de goma de mascar. Pero en su caso, dice que es de un 20%. La empresa busca hacer frente a la falta de interés del público buscando novedades. "Estamos muy atentos de las tendencias, los sabores y los formatos. Son mercados muy maduros, pero de vez en cuando surgen novedades", indica. Un ejemplo es la sandia, un sabor que emergió hace unos años y que, dice Rodríguez, "pega fuerte" entre los jóvenes.

Escaparate de la tienda Dulces Catalina en Zaragoza.

La caída en las ventas de dulce es prácticamente generalizada. Según la patronal Produlce, el consumo de caramelos ha descendido un 20% con respecto al año anterior, mientras que el de turrones y mazapanes se ha reducido en un 0,4%. Una mengua que comparte Cerdán, para quien el principal impacto viene como consecuencia del cambio en el paradigma social y la falta de consultas médicas presenciales. "Los que vienen a comprar son los mayores de 60 años, porque se les seca mucho la boca. Este año, muchos siguen evitando salir. También se nota que hemos perdido el foco de ventas de personas que tenían costumbre de llevar regalos a médicos y enfermeros", añade. Los lamineros, sin embargo, siguen apostando por el chocolate, cuyo consumo ha crecido un 6,6%.

Millón y medio de toneladas de dulce al año

España produce un millón y medio de toneladas de dulce al año, de los cuales el 34% son exportados para su consumo fuera del país, cubriendo el 22,3% de la facturación total (casi 6.000 millones de euros). En cuanto a chicles y caramelos, aproximadamente la mitad de su peso se destina al exterior, siendo Francia y Portugal los principales destinos, con una aportación de 230 y 189 millones de euros, respectivamente. 

En términos absolutos, la industria del dulce en España salda el año 2020 con un crecimiento del 2% y se mantiene prácticamente sin variación en el plano laboral, que se sitúa por encima de los 24.000 empleos. "Nuestro mercado goza de una estabilidad que le ha permitido no ver reducido apenas su tejido empresarial y hemos podido mantener el número de puestos de trabajo generado", analiza el secretario general de Produlce, Rubén Moreno, quien además apunta que ocho de cada diez empresas de esta industria están localizadas en pequeños núcleos urbanos o rurales, y que el 46% de los empleos son ocupados por mujeres.

"Creo que debemos estar satisfechos por el resultado", ha concluido Moreno en la presentación de estas cifras. A su juicio, la innovación y la modernización del sector es el camino para "ampliar mercados".