La literatura en Aragón vive su esplendor con las actuales generaciones de escritores aragoneses

Los autores aragoneses no paran de recibir premios, son fenómenos de ventas, o forman parte de la Real Academia de la Lengua. Además, el número de lectores no deja de crecer y buscan entre las páginas paisajes cercanos, recodos que ya conocemos. El programa Objetivo, de Aragón TV, se ha preguntado si la literatura aragonesa vive su particular 'siglo de oro', con testimonios de escritoras, escritores, editoriales y librerías de la comunidad. 

El pasado 14 de octubre conocíamos que el autor aragonés Javier Sierra había sido galardonado con el Premio de las Letras Aragonesas 2021. "Nunca hasta ahora tantos autores de la tierra han tenido tanta proyección fuera de ella", comenta este autor. Para la escritora Soledad Puértolas, "están en todas partes", desde los géneros, los premios o el candelero. "Barajas nombres actuales y siempre salen dos o tres aragoneses", añade. 

"Llaman mucho la atención los escritores que salimos de Zaragoza que somos numerosos para lo que es la ciudad y para el peso que tiene dentro del país. Está desproporcionado. Estamos sobrerrepresentados literariamente", indica Sergio del Molino. Por su parte, el editor Rafael Yuste incide en que este salto también es bueno hacia autores con una comercialización amplia. "Está Luz Gabás, que ha sido reconocida ahora con el Premio Planeta. También lo fue Soledad Puértolas, y Javier Sierra, finalista del Planeta fue también y Manuel Vilas", indica. 

El reconocido escritor Manuel Vilas, admite que es un momento de "gran fertilidad literaria" en Aragón. "Creo que se le podría llamar un siglo de oro, perfectamente". Desde la Librería Antígona de la capital zaragozana, Julia Millán recalca la la literatura juvenil. "Dos jóvenes poetas han sido recientemente galardonados con el premio Espasa de poesía joven, Aitana Monzón, y el premio Hiperión de poesía, para Omar Fonollosa", explica. 

Un sector con mucha tradición

Ana Santos, directora de la Biblioteca Nacional, se remonta a las causas: "A la vez hay que pensar por qué se ha producido esto. Pienso que no es casualidad. En primer lugar hay una muy buena Facultad de Filología". La novelista Aloma Rodríguez, añade, que siempre ha habido mucha tradición editorial, "es un buen caldo de cultivo".

"Somos gente de tierra silenciosa. El mundo, el tiempo se desplaza lento en Aragón y eso ha hecho que nos hayamos convertido en personas introvertidas. Y la introversión es fundamental para la literatura", contesta Javier Sierra. "Quizás estamos recogiendo el fruto de años donde la literatura ha tenido un peso donde finalmente se ha podido expresar en libertad y estamos muchas generaciones conviviendo ahora. Y en Aragón está la conciencia, que yo creo que es muy importante", puntualiza Soledad Puértolas. 

El resultado han sido escritores de primer nivel en varios géneros literarios. Julia Millán también destacada que la literatura infantil y juvenil en Aragón es "fortísima" con premios como el Cervantes o el Anaya. Yuste indica que por su parte, el álbum ilustrado y el cómic, están viviendo "un momento muy dulce". 

Variedad de escritores

En la radiografía del escritor aragonés, Sergio del Molino afirma que "no se tiene rasgo de identidad". Además añade: "Cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre. Y somos muy difíciles de clasificar. Hacemos cosas muy raras. Irene Vallejo sale con un ensayo que nadie diría que va a triunfar por todas partes. Es un libro que no tiene iguales. Yo también hago una literatura que es muy difícil de encasillar con otras. Tenemos un discurso muy libre que llama mucho la atención y que encaja muy bien, porque rompe muchas inercias de la literatura española". Para Vilas, el denominador común es el humor aragonés y la empatía. 

Para Yuste, el sector está viviendo "un momento muy bonito". Admite que son 50 agremiados: "Entre nuestras editoriales hay sellos francamente importantes, como Edelvives que se mueve en unos niveles estratosféricos. Nuestra feria del libro es una de las más importantes de España y el día del libro está solamente detrás del de Barcelona". Millán también evidencia que cada vez hay más lectores: "Tenemos un amplio espectro, desde bebés a nonagenarios. Y ahí se nota la formación lectora. Y luego que cada librería tenemos un perfil complementario pero distinto. Pero las librerías somos un punto de encuentro y de formación de lectores". 

Orgullo aragonés

Vilas reconoce que allá donde va, recalca que es aragonés. "No me sé explicar si no es través de mi pueblo, que es Barbastro, de los Pirineos, que son mi paisaje natural y sentimental. Si un lector en Francia o Alemania quiere saber por qué he escrito esas novelas tengo que recordar que vengo de ese paisaje sentimental y humano que es Aragón. Eso también pasa en otras novelas, por ejemplo, de Martínez de Pisón. 

Para Sierra, las etiquetas, sobre todo la de literatura aragonesa, son limitantes. "Cuando mis libros empezaron a publicarse en Estados Unidos la gran novedad fue que me situaron en las estanterías de literatura, no de literatura hispana o traducida. No le daban ningún apellido a la literatura. La literatura que se hace en Aragón es literatura". 

Rodríguez destaca que sigue siendo complicando destacar más allá de la capital: "Parece que tienes que estar en Madrid para que la gente se acuerde de que existes. Sobre todo los medios. Es difícil explicar que más allá de la M30 siguen pasando cosas". 

"Son de Barbastro, de Monzón, de Borja, de Valdealgorfa. Esto también es un aire de esperanza para cualquier chico o chica que nace allí. Tiene que pensar que puede acceder a una educación superior y, si tiene el don de la escritura, pensar: 'puedo dedicarme a ello y puedo vivir de ello'", reconoce Santos.