La industria busca alternativas a la factura de la luz y se dispara la venta de placas solares

El precio de la electricidad y el futuro del suministro del gas son motivo de preocupación en la industria aragonesa. Muchas empresas han puesto la vista en las energías renovables para asegurar su nivel productivo. En el otro lado de la moneda están los negocios que fabrican los paneles solares. La alta demanda les está beneficiando, tanto que en casos como el de la empresa zaragozana Abora Solar se han visto obligados a acondicionar nuevas instalaciones para poder multiplicar por tres la producción. 

Con las obras, esperan alcanzar las 80.000 placas al año. Desde la empresa aseguran que están recibiendo muchos más pedidos, algunos, incluso, del norte de Europa, la zona más afectada por los vaivenes del suministro de gas ruso. 

"Estamos hablando de que en una industria en Zaragoza, dependiendo de la instalación que hagamos, pero en cuatro o cinco años se amortiza la instalación. Eso supone un 50 o un 60% de los gastos energéticos que van a ahorrar con la instalación solar", indica Roberto Pac, responsable de Comunicación de Abora Solar.

Las inquietudes con la energía no surgen solo por el precio, sino también por la posibilidad de no tenerla. El sector industrial consume el 60% del gas nacional y el del metal no puede sobrevivir sin él. Por eso, la industria demanda al Gobierno medidas urgentes que garanticen el suministro que, de no producirse, podría costar, alertan, miles de empleos.

"No estamos hablando de bajar un par de grados el termostato de la calefacción, estamos hablando puestos de trabajo. Para que nos hagamos una idea, en Zaragoza estarían afectadas unas 1.200 empresas, que dan trabajo a 40.000 personas", recalca Carmen González, responsable de Procesos Industriales de Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza (FEMZ).

Por el momento, las empresas del metal no tienen actualmente sustituto para el gas, aunque investigan opciones como el hidrógeno verde o el almacenamiento de energía, pero son, subrayan, alternativas a largo plazo.