La huelga de transporte y el aumento de los costes de producción ponen en peligro la producción agroganadera

El sector agroganadero se enfrenta a una de sus situaciones más complicadas, debido a la falta de cereal y piensos por la guerra en Ucrania, el incremento del precio de la energía y la huelga de transporte por carretera. Estos motivos ponen en peligro la producción agroganadera, donde los sectores cárnico y lácteo son algunos de los más afectados, que empiezan a notar la escasez de envases para la leche y postres. 

Un ejemplo de ello es el de la fábrica de quesos Villa Corona ubicada en El Burgo de Ebro (Zaragoza), donde cada vez les resulta más complicado elaborar sus productos. Los costes de producción se encuentran disparados, con los altos precios de los piensos, de la electricidad y, ahora también, de sus envases. "El envase de plástico ha aumentado un 30%, y ese envase luego hay que meterlo en cajas, que también han subido otro 30%", expresa David de Jaime, director comercial de Villa Corona. 

A los costes de producción se suma ahora la huelga del transporte, que les impide comercializar sus productos. En la empresa de quesos Villa Villera, ubicada en Sieso (Huesca), señalan que no les llegan los envases, y que podrían llegar a paralizar su producción. "Nos están faltando algunos suministros, mañana tenemos que hacer algunas producciones para las que hoy no nos han llegado los envases, así que veremos como lo podremos conseguir porque los camiones que tenían que venir están parados", indica Mario Somada, propietario de quesos Villa Villera.

Por su parte, los transportistas que no se encuentran parados siguen trabajando a pérdidas, especialmente aquellos dedicados a transportar leche. Los transportistas señalan que la situación es "insostenible". "Repercutir esa subida es muy complicado, porque estás tratando con un sector que ya está trabajando a pérdidas, y es muy complicado repercutir esa subida al ganadero", afirma el transportista César Ballarín. Una situación que, según indican desde el sector primario, acabará repercutiendo en el bolsillo del consumidor.