La Guardia Civil investiga a un vecino de Nonaspe por el incendio forestal

La Guardia Civil investiga a un vecino de Nonaspe como presunto autor de un delito de incendio forestal. El sospechoso, de 57 años, se personó en el centro de salud de la localidad el mismo día, 16 de junio, en el que se originó el fuego que arrasó 2.400 hectáreas en la localidad y en Mequinenza. El hombre fue atendido por quemaduras en sus manos a consecuencia del fuego. Un hecho que llamó la atención del Equipo de Investigación del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona).

Una patrulla de la Guardia Civil de Maella constató que se trataba del propietario de una parcela ubicada en el municipio, quien comunicó a los agentes que se encontraba trabajando en su finca cuando observó detrás de él un fuego y al intentar sofocarlo se quemó. 

Una versión que al día siguiente desmontaron los agentes de la Guardia Civil, al contradecir la que facilitó a los especialistas de Seprona, a los que dijo haber sufrido las quemaduras al coger un carretillo para intentar salvar a una gallina. Extremo que resultó sospechoso, puesto que en la parcela y alrededores no existía ningún animal, salvo un perro en su finca. 

Los agentes de la Benemérita determinaron que el incendio se produjo junto a una construcción de un vallado ubicado en la parcela del sospechoso.

La inspección concluye que el fuego se originó como resultado de las chispas producidas por una herramienta que el hombre utilizaba para labores de limpieza de vegetación.