Publicidad
TRADICIONES

"La gente en Cetina está deseando que vuelva la contradanza, es algo que se vive mucho"

La localidad zaragozana recupera este jueves, tras dos años de ausencia, esta representación, declarada Bien de Interés Cultural y una de las manifestaciones culturales más antiguas de Aragón

ARAGÓN NOTICIAS /
Imagen de archivo de un momento de la Contradanza. / Turismo de Aragón
icono foto Imagen de archivo de un momento de la Contradanza. / Turismo de Aragón

Cetina apaga sus luces la noche del 19 de mayo y son unas hachas de fuego las encargadas de sacar de la oscuridad a esta localidad zaragozana. Así comienza la contradanza, una tradición única en el mundo que este año volverá a celebrarse tras dos ediciones de ausencias provocadas por la pandemia. Esta fiesta, declarada hace diez años Bien de Interés Cultural, tiene como protagonistas a nueve cetineros que, durante casi dos horas, bailan y representan figuras con sus cuerpos

"La gente del pueblo está deseando que vuelva la contradanza, es algo que se vive mucho y solo se ve una noche al año", explica Nines Maicas, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Cetina. La contradanza es una de las manifestaciones culturales más antiguas de Aragón. Tanto es así que se desconoce su origen, pero su primera referencia escrita data del año 1751. Desde entonces y hasta ahora, poco ha cambiado esta tradición que los vecinos de Cetina describen como "pura magia".

El negro y el blanco son los colores que dominan en los atuendos de estos contradanceros, donde también hay un diablo rojo, que es el personaje clave en este festejo. El diablo dirige el baile a través de palmadas y órdenes, y siempre corona las figuras, también conocidas como mudanzas. En total, la contradanza se compone de 32 mudanzas, lo que supone un "duro reto" para los contradanceros que se preparan durante semanas para esta actuación.

Alejandro Carramiñana es el diablo y lleva siete años bailando. "Los ensayos consisten en aprender los pasos de la contradanza, las posiciones, las entradas y salidas y en fortalecer los músculos para tener los menores dolores posibles", cuenta. "Son duros, pero según van pasando los días, cada vez se llevan mejor", añade. Para este joven cetinero, representar la contradanza es "una dedicación especial para esta fiesta cultural que, sin duda, es la mayor fiesta del pueblo y me llena mucho de alegría servir como diablo". 

En el caso de Álvaro Morón, la de esta noche será su primera vez bailando la contradanza: "Llevo viéndola como espectador desde muy pequeño y me hace una ilusión tremenda bailarla en el pueblo delante de familiares y amigos". Asegura que está nervioso, además de por el estreno, porque viene mucha gente de fuera y quiere que todo salga perfecto. A Morón le ha dado el testigo un compañero que ha cambiado de puesto al de otro que se había retirado y asegura que para él es todo un honor poder representar las mudanzas. "Mucha gente era candidata este año y ser uno de los afortunados me hace muy feliz -cuenta el joven contradancero-. Para un cetinero, pocas cosas son más importantes que la contradanza, ya que se la bailamos al santo y patrón del pueblo (San Juan Lorenzo)". 

Casi dos horas de espectáculo

La contradanza comienza a las 23:00 y en sus casi dos horas de duración hay un momento que es el más especial para los oriundos y esa es la entrada en la plaza. "Oyes al diablo dar ánimo a los contradanceros, caretas abajo y suben con el pasodoble. Es entonces cuando a todos los cetineros se nos encoge el corazón y se nos suelta la lagrimilla", recalca la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Cetina, Nines Maicas, orgullosa. 

La singularidad de esta tradición no solo atrapa a los vecinos del pueblo, la fama de la contradanza ha traspasado las fronteras de Cetina y la ha convertido en un evento multitudinario. Cada 19 de mayo, coches y autobuses llenan las explanadas próximas a la localidad. "Ver bailar aquí, en la plaza, sin luz, desprende una magia especial y por eso no hay que perdérselo. El que venga, no habrá visto nada parecido", afirma la concejal de Cultura.

La contradanza forma parte del programa de actos de las fiestas de San Juan Lorenzo, dentro de los que también se engloba el dance, otra de las representaciones más valiosas del pueblo que se encuentra documentado, al menos, desde el siglo XVI. Este dance se compone de paloteados, bailes de espadas y los dichos de los niños que narran la vida del santo con una tonadilla especial. Son días de fiesta en los que a los cetineros les toca presumir de tradiciones, llenando sus calles de música y baile.