La feria de la cereza de Bolea celebra su vuelta tras tres años de parón con una campaña "extraordinaria"

La tradicional feria de la cereza de Bolea ha vuelto después de tres años de parón en una campaña que los agricultores califican como "extraordinaria" y que podría llegar a los 50.000 kilos. A pesar de la sequía de los primeros meses del año, las lluvias de mayo han conseguido que la cereza tenga una calidad "excepcional" en esta zona, que celebra el regreso de esta feria después de las ausencias de los años anteriores por la pandemia y las heladas. 

"Estamos cogiendo fruta de una calidad excepcional. La cereza llega al 28 de calibre, la campaña está siendo magnífica. Llegaremos a 40 o 50.000 kilos a final de campaña", explica Santiago Pisa, gerente de la cooperativa de cerezas de Bolea.

La calidad del fruto se nota también en las ventas que han cosechado este domingo en la feria, donde la fruta prácticamente ha volado durante la mañana. "A las 11:30 ya se habían vendido todas las que cogimos ayer. A ver cuántas podemos coger ahora", indica una de las vendedoras de cerezas. Los precios rondan entre los cuatro y los cinco euros el kilo. "Me llevo varias cajas para disfrutarlas en familia. Para mi madre, mi hermana, etc.", señala una de las asistentes a la cita.