La falta de visitantes ahoga al turismo activo en Aragón

El turismo activo aragonés sufre las consecuencias económicas de la pandemia por COVID-19. Las empresas dedicadas a este sector perciben una caída drástica de su facturación, que en 2019 se aproximaba a los 15 millones de euros, al igual que en el número de visitantes que realizan este tipo de actividades. Esto se debe a que la mayor parte de los clientes de las empresas de turismo activo de Aragón proceden habitualmente de otras comunidades autónomas, como el País Vasco, Navarra y Madrid, por lo que la afluencia de este público se ha visto reducida considerablemente debido al cierre autonómico decretado por Sanidad. 

En la empresa River Guru, especializada en deportes de aventura como el rafting y kayak, ubicada en Murillo de Gállego (Zaragoza), en la comarca de la Hoya de Huesca, trabajan actualmente cuatro guías turísticos, mientras que en una Semana Santa sin coronavirus contaría con 12 empleados. De los tres servicios diarios que realizaban hace dos años, esta Semana Santa solo ofrecen uno. 

Estos datos contrastan con las cifras de empleo de este sector en 2019, un año antes del comienzo de la pandemia, cuando las empresas dedicadas al turismo activo empleaban entre una y 30 personas, lo que suponía un total de más de 1.500 empleos directos en la Comunidad. Por otro lado, en la zona de la Galliguera (Huesca-Zaragoza), los establecimientos apenas facturan en un fin de semana un 15% de lo que acostumbraban antes del coronavirus, lejos de los 15 millones de euros que ingresaba el sector en 2019.

Ante esta situación económica, los empresarios piden ayudas directas para el sector y una reducción del IVA para poder hacer frente a los efectos de la crisis sanitaria. "Fue un golpe muy gordo, ya que pasamos del 7 al 21% de IVA." - explica el presidente de la Asociación de Empresarios Gállego Activo, Gustavo Ortas y pide tener un IVA más reducido, "igual que en otras actividades turísticas", dice.