Los concesionarios venden un 5% menos, pero aumentan un 14% sus ingresos por la posventa

Las sucesivas crisis de los últimos dos años han impactado en el sector del automóvil, que sigue sin recuperar las cifras de ventas previas a la pandemia. La fabricación de vehículos viene condicionada por el coste de la energía, la falta de semiconductores y por la escasez de otros componentes, como cables y materias primas esenciales, como paladio, aluminio o níquel, procedentes en muchos casos de Rusia. 

Como consecuencia,  el parque de vehículos envejece y requiere más mantenimiento, así que la facturación del servicio posventa creció un 14% en 2021, y se ha igualado con la de 2019, mientras los ingresos por venta de vehículos nuevos caía un 5%, según los datos del sector. Por ejemplo, en el caso de Aragón, la matriculación de turismos y todoterrenos ha caído casi un 28% en los dos primeros meses del año, en comparación con el mismo periodo de 2021. Un año en el que las ventas cayeron también más del 6%.

De esta forma, las reparaciones están contribuyendo a mantener las cuentas de los concesionarios. Raúl Morales, director de comunicación de la asociación de concesionarios Faconuato explica que "lo que ha ocurrido es que los españoles han recorrido más kilómetros en el último año, porque ha aumentado su movilidad". "Y cuando aumenta la movilidad también aumentan los choques, los alcances y los problemas mecánicos, y eso explica que la actividad de los talleres en nuestro país el año pasado creciera", añade.

El mantenimiento es cada vez más especializado

Por otro lado, para mantener un turismo se requiere cada vez mano de obra más formada, así que el servicio posventa se ha convertido en un atractivo más a la hora de vender. "Un coche era un tema mecánico, básicamente; luego, se fue pasando por la electrónica, pero estamos ya con la informática. Hoy por hoy, un coche tiene múltiples centralitas, múltiples unidades", asegura Miguel Ángel Julián, responsable de posventa de Pirenauto.

En este establecimiento trabajan 20 personas en este servicio de posventa, el triple que hace tres años, y a veces les faltan manos porque se está alargando la vida de los coches. "Ante determinadas averías, a lo mejor más costosas, los conductores se planteaban cambiar de vehículo. Hoy por hoy, intentan aguantar un poco más el coche actual", añade Julián. 

La edad media del parque de vehículos impacta también en la posventa: el 60% de los coches usados que se transfieren en España tiene más de diez años.