La factura emocional de la pandemia COVID-19 se ceba con los jóvenes

Hace poco más de un año, en Aragón no era obligatorio el uso de las mascarillas, las clases seguían siendo presenciales y las listas del paro las engrosaban 20.000 personas menos. La pandemia del coronavirus está pasando factura. El Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ) ha creado una asesoría emocional para atender las demandas de los jóvenes. Solo en la segunda quincena de marzo han realizado 23 sesiones.

Laura Rato es una de las dos psicólogas que trabajan en la iniciativa. Atiende a adolescentes y jóvenes de entre 14 y 30 años, cada uno con una consulta y un problema diferente. "La COVID-19, como evento altamente estresante, ha propiciado el desarrollo de problemas psicológicos en personas que nunca antes lo habían necesitado, y también ha incrementado el malestar emocional en quienes ya sufrían trastornos psicológicos", explica Rato. 

Los más frecuentes en este proyecto son los más jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y 22 años. ¿El motivo? Los cambios en la rutina. "Jóvenes que no habían necesitado atención psicológica, han sufrido ansiedad porque en época de exámenes no han podido ir a la biblioteca. Este año han tenido que estudiar solos en casa, con dificultad para concentrarse y afectando a sus resultados académicos", cuenta la psicóloga Laura Rato como ejemplo. 

La pandemia agrava emociones que son normales, como el estrés

El aislamiento, la ansiedad social o la timidez son otros de los aspectos que se están abordando en las consultas. "La mascarilla actúa en algunas personas como una protección frente a determinadas situaciones, ya que protege de la mirada de los demás. Piensan 'si me pongo rojo, no van a saber nada'. Esta conducta de seguridad tiene que valorarse y trabajarse", apunta. 

Para los jóvenes que están terminando sus estudios, la incertidumbre laboral también es un motivo de consulta. "Vienen jóvenes con edades a partir de los 21, que ya se replantean qué salidas profesionales van a tener tras la pandemia", dice la psicóloga. La crisis económica, por su parte, ataca a los más mayores: "Viene gente con situaciones económicas realmente difíciles". 

"No hay que esperar a estar tremendamente mal para pedir cita"

La psicóloga Laura Rato incide en la importancia de cuidar la mente. "La salud mental es una parte más de nuestra salud integral", apunta. Por eso, no es necesario "esperar a estar tremendamente mal para pedir cita", ya que se ofrece orientación y apoyo en cuestiones "que pueden ser tan normales como sentir cierta ansiedad con los exámenes". 

La intervención de los padres es clave en la gestión emocional de los hijos. En este sentido, el IAJ también ofrece apoyo a las familias. "Han venido sobre todo madres, contando cómo se comportan sus hijos en casa, expresando sus preocupaciones y pidiendo ayuda", atestigua la psicóloga Rato. ¿Un consejo para el entorno cercano de estos jóvenes? Mostrar cierta tranquilidad para no alarmarlos en exceso. "El objetivo es evitar bloquearse y prestar atención para poder ofrecerles la ayuda que necesitan".

El programa de asesoría emocional del IAJ presta servicios presenciales, online, por correo y por teléfono, tanto en la urbe como en las zonas rurales de las tres provincias aragonesas. Se puede pedir cita enviando un correo a asesoriabienestaremocional@aragon.es o en https://citaprevia.aragon.es.