Publicidad
HOSTELERÍA

La Escuela de Hostelería de Huesca no cubre sus plazas

El CPIFP San Lorenzo tiene 21 estudiantes de los 30 que podría albergar en total este grado medio. El sector necesita en la provincia 3.000 profesionales más

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Estudiantes del CPIFP San Lorenzo durante su formación.

Los hosteleros de la provincia de Huesca buscan trabajadores formados en cocina y servicio. Sin embargo, se da la paradoja de que, a pesar de esa alta demanda, este año por primera vez no se han completado las plazas en la Escuela de Hostelería de Huesca. Actualmente hay nueve plazas libres del total de 30 que se ofertaban antes del comienzo de curso. Desde el centro confían en que esta situación se revierta a lo largo de las próximas semanas ya que los hosteleros calculan que es necesario cubrir alrededor de 3.000 puestos de trabajo en bares y restaurantes y, para aspirar a obtener una de esas vacantes, es necesario tener primero una base de formación.

Teresa Castaño, directora del CPIFP San Lorenzo, asegura que los alumnos que se apuntan al grado saben de antemano que tendrán un puesto de trabajo "garantizado" cuando finalicen su formación. Algunos lo consiguen incluso antes: "En cuanto empiezan con nosotros hay alumnado que nos lo transmite, que necesita trabajar, y están trabajando a la semana de inicio de curso. Eso es así. Por suerte, lo empresarios siempre han estado receptivos". Por su parte, desde la Asociación de Hostelería y Turismo de Huesca, Adolfo Sesé subraya la importancia que tienen los estudios y prácticas adquiridas para, posteriormente, trabajar entre fogones o tras una barra: "Es necesaria una formación, tanto en cocina como en servicios. Sobre todo la demanda de servicios, de buen servicio. No es lo mismo trabajar en hostelería que ser profesional de la hostelería".

Una circunstancia que han comprobado algunos de los alumnos que este año han comenzado la formación en el CPIFP San Lorenzo. Es el caso de Iván, que a sus 33 años acaba de iniciar estos estudios tras haber trabajado previamente en un restaurante: "Ahora lo que quiero es tener el título. En hostelería se meten muchas horas y yo lo que quiero es cobrar las horas que estoy trabajando". Otros, como su compañero Mario, tienen una aspiración vocacional y se forman para abrir su propio negocio: "Me encantaba ver cómo cocinaban en mi casa. Mis abuelos, mis padres". 

El sector de la hostelería lleva meses señalando dificultades en encontrar personal para trabajar. Con la vista puesta en el futuro, los profesionales avanzan que para la próxima temporada de esquí podría haber un problema. A la falta de camareros, y sobre todo cocineros, se une la escasez de alquileres en el Pirineo.