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VACACIONES DE VERANO

La desconexión digital en las vacaciones de verano: realidad o mito

Una de cada cuatro personas confiesa que mira con frecuencia el móvil o el correo electrónico. José Francisco Mendi, psicólogo, ofrece recomendaciones para evitar el estrés, la ansiedad o la depresión posvacacional

MADALINA PANTI /
Una de cada cuatro personas confiesa que se conecta durante sus periodos vacacionales. (iStock)
icono foto Una de cada cuatro personas confiesa que se conecta durante sus periodos vacacionales. (iStock)

Llega el verano y con ello la oportunidad, para muchos, de poder descansar del trabajo o de la rutina y tomarse vacaciones. Las expectativas de descanso son muy altas pero sin embargo los psicólogos advierten de que estas también pueden ser fuente de estrés. José Francisco Mendi, psicólogo, defiende que aparece antes, durante y después de los periodos vacacionales: "Primero porque hay que preparar la desconexión, segundo porque no desconectamos del todo y tercero porque hay que conectar a la vuelta".

Coger el móvil es una de las primeras cosas que realizamos al empezar el día y por tanto marca la rutina y nuestra vida. Una llamada, un 'whatsapp' o un correo electrónico pueden irrumpir fuera del horario laboral o incluso en las vacaciones y, por tanto, impedir el descanso. Encontrar el equilibrio entre el uso de la tecnología, la vida familiar, laboral y el ocio, es uno de los desafíos a los que se enfrentan muchos trabajadores. Aunque el derecho a la desconexión digital está reconocido como un derecho laboral, lo cierto es que cada vez son más los trabajadores que no lo ponen en práctica. Así lo demuestra el último Informe sobre Desconexión Digital de InfoJobs 2022, que señala que el 75% de los trabajadores españoles responden llamadas o e-mails fuera de su horario laboral. Representa un ligero descenso en comparación con el año 2021 cuando la cifra ascendía al 82%, aunque aumentó con respecto al 2020 (63%). 

Además, pese a que las vacaciones de verano se perciben como descanso, el 64% no desconecta digitalmente y uno de cada cuatro confiesa conectarse siempre que sea necesario. Andrea López, gestora de tráfico, reconoce que aunque planifica su ausencia al detalle para no delegar en nadie, mira el móvil al comienzo de sus vacaciones por si la "necesitan" y al finalizar, para poder "ponerse al día".

Las vacaciones representan una época de estrés antes, durante y después. / Foto: iStock.

Aumento de la ansiedad y la depresión

Más allá de que es una práctica que legalmente no está aceptada, también puede tener efectos a nivel psicológico. Según Mendi, todo ello deriva en ansiedad o incluso en una depresión postvacacional al volver. "La ansiedad cuando se instala, se mantiene, no podemos decirle a nuestro cuerpo hoy es 31 de agosto y mañana, como es 1 de septiembre, tiene que cambiar. Nuestro organismo no funciona así".

Por ello, el psicólogo aconseja una normalización del descanso durante todo el año. "No nos va a ser útil una semana o 15 días de parón y luego volver a toda velocidad, debemos equilibrar y tomar descansos aunque sea los fines de semana", recalca. López señala que durante el año aumenta su sensación de ansiedad: "Cuando estoy mucho tiempo sin vacaciones me noto mucho más estresada, si no las tuviera sería mucho peor".

Sin embargo, el psicólogo puntualiza que también hay personas que no se sienten cómodas al cogerse vacaciones: "Lo pasan mal porque el ambiente laboral es el que les gusta, porque no les gusta la soledad, porque se encuentran en un ambiente familiar en el que no están cómodos, o porque temen el regreso por las condiciones que puedan tener".

Y para evitar la depresión postvacacional, Mendi reconoce que debemos hacer un esfuerzo de volver a la normalidad: "Ser conscientes de que hay que volver, que necesitamos trabajar y ver la parte positiva de la socialización. Además, si vemos las próximas vacaciones más cerca de Navidad que del verano que viene, estaremos mejor", señala el psicólogo. Candela Canales, periodista autónoma, indica que la vuelta representa "un bajón tremendo porque te pones a mirar las fotografías, ves que hacías cosas distintas y se hace duro". En su opinión, lo mejor sería "volver antes" del viaje y permanecer unos días "tranquila en casa". 

Ellas desconectan más

Las mujeres consiguen desconectar con más facilidad. Según InfoJobs, la gran mayoría son mujeres de 16 a 34 años que trabajan por cuenta ajena y con cargos de empleada o especialista. Canales admite que apaga el ordenador al salir de vacaciones aunque puntualmente su mente se traslada en el trabajo: "Es imposible desconectar totalmente en una semana, lo intento pero a veces tengo pensamientos de cosas que tengo que hacer al volver o gente que aunque hayas avisado que no estás, te habla y te recuerda al trabajo". 

En cuanto a los hombres, los que menos lo hacen son los que se encuentran en el rango de edad entre los 45 y los 65 años, son autónomos o trabajadores por cuenta propia y tienen un cargo de responsabilidad. 

Los datos del informe reflejan también que cuanto mayor es la responsabilidad y el cargo que ocupan, más se ven obligados a contestar. El 93% de los directivos o gerentes en España admiten que consultan más el móvil, mientras que, en el caso de los mandos intermedios, este porcentaje representa el 89%. El psicólogo aclara que, a veces, es por no saber delegar: "Hay un exceso de acaparar, de no querer dar responsabilidad y de tener miedo porque piensan que otros lo harán mejor o porque tienen la necesidad de tener controlado todo".

Las mujeres son los perfiles que más desconectan del trabajo. / Fuente: Infojobs.
 

Recomendaciones para lograr una mayor desconexión

Alcanzar la desconexión real no es utópico y, además, según Mendi, puede aumentar la productividad del profesional a la hora de volver. "Si se descansa, lo nota el trabajador y la empresa", admite. Además de silenciar notificaciones o automatizar el correo electrónico, existen otros consejos para poder desconectar en vacaciones:

  1. Lo recomendable según Mendi es: "Que no estemos plenamente conectados durante el resto del año. Porque así no tenemos que pasar de todo a nada y recuperar ya en la vuelta la normalidad toda la conexión”. 

  2. Si disponemos de él, es preferible utilizar el teléfono fijo para recibir llamadas importantes. Si no, se recomienda "discriminar" contactos en el móvil por grupos de contactos con los que queremos estar en contacto. 

  3. Otra manera de desconectar es centrarse en otras actividades como dar un paseo, salir a hacer alguna actividad deportiva o de ocio. “La idea es cambiar de perspectiva, de escenario porque nos ayuda, distrae y  hace que estemos menos menos pendientes del entorno o de lo que necesitamos”. También señala que aunque económicamente no podamos permitirnos un gran desplazamiento, “es posible disfrutar en la misma ciudad o en un pueblo cambiando de ambiente”. 

  4. Si no se puede desconectar porque el trabajo implica responsabilidad, el psicólogo aboga por determinar un horario para poder mirar el móvil o el correo electrónico: “Por ejemplo ver el correo una o dos veces al día y las redes sociales no debería ser un medio de comunicación sino de ocio, así no se crea dependencia”. 

  5. Utilizar las redes sociales como algo relajante, no un estimulante. “Pueden ser útiles para informarse o ser ocio, pero si no, puede ser adictiva”, recalca Mendi. Además, advierte, de no obsesionarse con documentar todo.