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SANIDAD

COVID persistente: "No podía comer ni dormir, la cabeza no me funcionaba igual"

La OMS valida un estudio que define esta enfermedad y que ayudará a los afectados a obtener las bajas laborales

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Los síntomas van desde alternaciones del ritmo cardiaco a cambios en la tensión arterial y disfunciones neurocognitivas.

La COVID persistente puede dejar hasta 200 síntomas persistentes en el cuerpo humano. Esta es una de las conclusiones de un estudio internacional liderado por investigadores españoles que ha sido la base para que la Organización Mundial de la Salud (OMS) defina clínicamente qué es esta enfermedad. 

Los síntomas de la COVID persistente aparecen tres meses después del contagio, según este estudio validado por la OMS y publicado en la revista científica 'The Lancet', y duran aproximadamente dos meses. 

El diagnóstico de esta enfermedad se realiza mediante la observación de los síntomas, que van desde alternaciones del ritmo cardiaco a cambios en la tensión arterial y disfunciones neurocognitivas. Unos síntomas que pueden afectar a entre un 10 y un 20% de los enfermos de la COVID-19

"No podía comer ni dormir. La cabeza no me funcionaba igual" 

Nerea Montes es una de las personas afectadas en España por covid persistente. "Al principio, no me permitía comer ni dormir, y progresivamente se fueron sumando otros síntomas como taquicardias, y cambios en la tensión arterial. También notaba que la cabeza no me funcionaba igual", comparte Montes. 

La escasez de estudios científicos, en un principio, de la covid persistente provocó que los afectados por esta enfermedad atravesaran un calvario médico: "Esta sintomatología variada lo que hacía es que fuéramos de especialista en especialista, sin encontrar un nexo de unión. Lo atribuían a otras causas, cuando el origen de la enfermedad era el mismo".  

La aprobación de este estudio por parte de la OMS es un "paso importante" para los enfermos de la covid persistente, como aseguran desde 'Long Covid Aragón'. Su definición clínica como enfermedad facilitará a los afectados los procesos de bajas laborales y seguros. También abre una nueva vía en el ámbito de la investigación