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TERUEL

Andorra se despide este viernes de las tres torres de su central con la primera detonación triple en España

Las chimeneas miden 107 metros de altura, 83 de diámetro y pesan casi 13.000 toneladas cada una. En la voladura se se vana a utilizar 270 kilos de explosivo

RAQUEL PLOU /
icono foto Una de las torres de refrigeración que se va a demoler. Fuente: Endesa.

Endesa volará este viernes, a las 11.30 horas, las tres icónicas torres de refrigeración de la central térmica de Andorra. Esto supondrá un paso decisivo en el desmantelamiento de estas instalaciones, que cerraron en 2020 y que comenzaron a desmontarse el 25 de febrero de 2021. Para la detonación se utilizarán 270 kilos de dinamita en una operación única en el país.

Las torres son de hormigón, idénticas en sus medidas y características geométricas. Miden 107 metros de altura, 83 de diámetro en su base y pesan casi 13.000 toneladas cada una. Antes de proceder al derribo ha sido necesario 'descalorifugar' y 'desamiantar' las estructuras. Según Endesa, la demolición “supone todo un hito, no solo por el simbolismo de las estructuras, sino, sobre todo, desde un punto de vista técnico”. La empresa ha anunciado que se ha diseñado un exhaustivo procedimiento con el objetivo de garantizar unas condiciones absolutas de seguridad.

Así, se colocarán unos 90 kilos de dinamita en la parte baja de cada torre, se hará una explosión controlada y caerán, de forma simultánea, por su propio peso, lo que supondrá un hecho histórico en nuestro país, porque nunca antes se han volado tres torres al mismo tiempo. Además, se pondrán 38 piscinas de agua alrededor para atrapar la atmósfera pulverulenta, es decir, el aire que cae del derribo con partículas en suspensión. Francisco José Serrano, secretario técnico del Colegio de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja considera que “probablemente es la forma más económica de demoler una estructura así”.

Serrano asegura que, en este tipo de demoliciones, “la seguridad es clave”, aunque cree que “no debería haber grandes afecciones porque se encuentra en una zona desierta”. Respecto al perfil de trabajador que podría llevar a cabo esta labor, señala: “Lo normal es que lo hagan empresas especializadas, técnicos en prevención de riesgos laborales, que pueden ser ingenieros industriales y, sobre todo, hace falta mucha especialización derivada de la ingeniería de minas”.

Eso sí, este experto apunta que “no se debe confundir chimeneas de otro tipo de industrias como pueden ser las azucareras con este tipo de torres, que son de refrigeración. El diámetro y la afectación que tienen estas sobre la superficie es mucho mayor”.

Una vez realizada la detonación, el siguiente paso será retirar los escombros, que, según ha indicado Endesa, se espera que sean alrededor de 37.000 toneladas de hierro y hormigón armado. Además, se está teniendo en cuenta el proceso de economía circular y la sostenibilidad con la idea de que estos materiales se puedan valorizar para darle otros usos. Posteriormente, en 2023, está previsto que se proceda a la voladura de la chimenea principal, de 343 metros de altura.

El desmantelamiento de la central térmica de Andorra, que supondrá 60 millones de euroscuenta con 200 trabajadores que actuarán de manera directa hasta 2025. La mayoría del equipo proviene de la Comarca Andorra-Sierra de Arcos y de zonas limítrofes.

Desmantelamientos de otras centrales

El secretario técnico del Colegio de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja reconoce que la demolición de este tipo de torres de refrigeración “es un procedimiento habitual” porque “estamos en una época de cierre de este tipo de centrales en toda España”.

De hecho, el pasado 6 de mayo se demolieron las dos torres de la central térmica de La Robla, en León. Según el Diario de Valderrueda, se utilizaron más de 190 kilos de explosivos y 1.347 detonadores para volar las dos torres de 100 metros de altura, 71 metros de diámetro de boca y más de 9.000 toneladas de peso cada una.

Mediante un proceso similar, en octubre de 2021 la gran torre de refrigeración de la Central Térmica de Velilla del Río Carrión, en Palencia, también fue demolida, siendo parte del proceso de desmantelamiento tras 56 años de actividad.

Más de 40 años de historia

Las tres torres de la central turolense fueron construidas entre 1978 y 1979. Eran el componente fundamental del ciclo de producción de vapor que movía las turbinas para generar electricidad. Su función consistía en enfriar el agua caliente proveniente de los condensadores de los grupos de producción de energía, es decir, el lugar donde se condensa el vapor del ciclo agua/vapor una vez que ha pasado por la turbina.

Ahora llega el momento de dar una nueva vida a este espacio, donde se prevé una inversión de más de 1.400 millones de euros y tiene como objetivo final la construcción de 1.830 MW de potencia de plantas fotovoltaicas y eólicas. La realización de estas instalaciones generará 4.000 empleos en la etapa de construcción y 300 empleos durante más de 25 años en las actividades de operación y mantenimiento de las plantas.

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