El peligro de los retos virales: un desafío al mundo adulto

'El Rompecráneos', 'La caza del pijo', 'Vacuum challenge', 'La ballena azul'... Estos y otros peligrosos retos virales han puesto en riesgo las vidas de miles de adolescentes y las de otras personas, sin sopesar las graves consecuencias que podrían tener. En los casos más graves, han causado muertes. Pero, ¿qué es lo que puede resultar atractivo de grabar en un vídeo de cómo ponen la zancadilla a un amigo, golpean a chavales que viven en barrios de clase alta, se envasan a sí mismos al vacío con un aspirador o se autolesionan en distintas pruebas, como demandaba el reto de 'La ballena azul'?

Los expertos en duelo de alta complejidad sí ven una explicación. Se trata del duelo por la pérdida del cuerpo y los privilegios infantiles, y de la integración en el mundo de los adultos. Además, mientras transitan por la adolescencia, se encuentran muy solos. "Ni los niños ni los adultos les entienden”, explica Enric Soler, tutor del grado de Psicología de la UOC en el programa ‘Despierta Aragón’. "El ciclo de vida natural es dirigirse al mundo adulto, al que retan constantemente pero, mientras dura esta transición, solo pueden satisfacer sus necesidades gregarias compartiendo retos, sintiéndose integrados en su mundo, el de los adolescentes", asegura.

Sin embargo, no todos los adolescentes que se apuntan a un reto viral eligen desafíos violentos o que ridiculicen a otras personas. Por el contrario, hay quienes intentan hacer viral su vídeo lanzándose un cubo de agua helada para recaudar fondos para la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), o apuntándose a una coreografía en pareja con movimientos en espejo, como en el reto de ‘Oh na na na’.

Para evitar estas situaciones, el experto aconseja a  los padres mantener conversaciones informales que ayuden a que los adolescentes hablen con ellos y permitan conocer su opinión sobre lo que les preocupa, además de hacerles saber cómo fue esa etapa para ellos. "La manera de introducir una responsabilidad es que sientan que nos importan, poner atención en sus preocupaciones. Una buena aportación que pueden compartir los padres con sus hijos es sobre cómo fue su adolescencia", concluye el experto.