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INNOVACIÓN

La bicicleta que se bloquea si te la intentan robar se fabrica en Zaragoza

Rafael Viú, propietario de Bike Gilda, ha patentado un sistema de seguridad que, a partir de un bulón y una sirga de 50 gramos, bloquea el cuadro impidiendo su uso en caso de hurto

J. O. L. /
icono foto Imagen de uno de los cuatro modelos de la bicicleta de Bike Gilda / R.V.

El robo de bicicletas en la vía urbana es uno de los grandes quebraderos de cabeza para miles de usuarios de este medio de transporte en Aragón. Solo en la capital, en la última década se han presentado más de 10.000 denuncias por esta causa. Para evitar que estos guarismos continúen creciendo, el aragonés Rafael Viú ha creado una bicicleta que no se puede robar, gracias a un sistema de seguridad que bloquea el cuadro del vehículo en caso de hurto.

“Para mí es el invento del siglo”, asegura Viú, que puso en marcha el proyecto después de detectar en los medios de comunicación el incremento de robos de bicicletas. “El sistema principal es el bulón que se mete en la dirección. Aunque lo corten, se queda en el interior y bloquea la bicicleta, por lo que no se puede utilizar”, resume su creador. Una sirga de apenas 50 gramos para atar el vehículo completa el novedoso diseño.

“Aunque corten la sirga, la bicicleta siempre quedaría bloqueada. Cada una lleva su llave para desbloquear el bulón y poder circular”, explica Viú, de 66 años, que también fabrica y pinta el vehículo. “Visto que nadie podía hacerme las bicicletas, decidí crearlas yo mismo. Se me ocurrió la idea, la patenté y este es el resultado”, presume con orgullo.

La sirga para atar la bicicleta apenas pesa 50 gramos / R.V.

Las bicicletas, que se pueden consultar a través de la página web del establecimiento o en la propia tienda física, ubicada en la calle Domingo Figueras, 3, se presentan en cuatro modelos distintos: una de señora, otra de caballero y dos de ruta, que presentan un cuadro diferente. Sus precios oscilan entre los 1.100 y los 1.300 euros.

“Están pintadas con pintura electrostática que no huele ni contamina. Una vez pintadas las meto en un horno a 200 grados durante 20 minutos”, relata Viú, confiado en que cada vez más personas se interesen por el producto. “De momento la gente no lo conoce. Todo el mundo que la ve en persona le da un 10. Además de que estéticamente son muy bonitas, el sistema es una pasada”, sentencia el autor.