Juan Carlos Acín: "El diagnóstico afecta a todos los niveles y cambia drásticamente la vida familiar"

"Cuando la familia recibe la noticia de que su hijo tiene cáncer es un momento de gran impacto, porque el cáncer lo relacionamos con los adultos, no con los niños", ha señalado Juan Carlos Acín, gerente de Aspanoa, en el programa Buenos Días de Aragón TV. Cada año 42 pequeños son diagnosticados de cáncer en Aragón. En ese proceso Aspanoa acompaña a los niños y a sus familias para que el tiempo de hospitalización sea lo más leve posible. 

"La atención y el acompañamiento son fundamentales. El diagnóstico afecta a todos los niveles, desde el emocional y sicológico al económico", ha comentado Acín en referencia a la situación de los padres con hijos hospitalizados, que en ocasiones ven como su vida laboral y familiar cambia drásticamente al tener que acompañar a su hijo en una larga estancia hospitalaria. 

Los niños, los que padecen la enfermedad en primera persona, son los que también sufren las consecuencias del proceso en su día a día. "Cuando vuelven al colegio no están al mismo nivel que sus compañeros, están en otro punto porque han perdido clases y se han ausentado por la enfermedad", ha indicado Diego Maté, padre de Ariadne, una niña de diez años en tratamiento oncológico. 

"Ariadne está estable y ha vuelto al colegio por recomendación de sus médicos. Lo que quiere es recuperar su vida anterior", ha subrayado. Pero ese anhelo se complica cuando los pequeños están ingresados y no pueden asistir a las clases con normalidad. Para reducir la brecha que separa a estos niños del resto de alumnos, Aspanoa reclama a Educación que dote de más recursos a los centros para ayudar a los niños en tratamiento. 

"Admiro mi fuerza y lo mucho que luché para curarme"

"En el hospital tenemos aula hospitalaria para primaria, pero necesitamos dotarla de más horas e incluir la secundaria. Tenemos niños desde cero a 18 años", ha pedido el gerente de Aspanoa. Una reclamación que los padres también comparten: "Ahora tienen 3,5 horas semanales por alumno, pero se necesitan entre cinco y ocho horas. Es discriminación que después de pasar por todo eso, estos niños no tengan los mimos derechos que los demás", ha criticado Diego.

Sumado a la educación y al acompañamiento, otro punto esencial del camino es la investigación. Gracias a los avances científicos se ha logrado una tasa de supervivencia del 81%. María Suñer es uno de esos casos. Con siete años fue diagnosticada de un cáncer cerebral, ahora, con 26 años echa la vista atrás y recuerda lo duro que es para un niño pasar por eso. 

"Con siete años no eres consciente de que tienes cáncer. Crees que tienes una gripe o algo así. Ahora que entiendo por lo que pasé y admiro mi fuerza y lo mucho que luché", ha compartido María, para quien el apoyo de sus familiares y de Aspanoa fue esencial en su proceso de recuperación. 

"Estar todo el día en la cama sin poder hacer nada es lo peor, por eso es importante estar ocupado y de eso se encargan en Aspanoa, que te decoran la habitación, te alegran los días y te hacen más ameno el proceso", ha recordado. 

Aspanoa lleva más de 30 años acompañando a las familias de niños con cáncer y ofreciendo alojamiento y comida a los padres de los pequeños para que solo tengan que ocuparse de lo más importante: sus hijos.