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CÓMIC

Bernal: "Ser maño y cabezón ha hecho que termine en 'El Jueves'"

El ilustrador, que es uno de los protagonistas del XX Salón del Cómic de Zaragoza, asegura que el humor es su modo de vida y la forma que tiene de contarle al mundo la actualidad

LOURDES SAAVEDRA /
icono foto Ilustración de José Antonio Bernal dibujada por él mismo.

José Antonio Bernal se define como "monigotero profesional". Este aragonés dibujante de cómics, ilustrador y humorista gráfico, nacido en 1979, lleva 17 años dedicándose a lo que más le gusta: "hacer humor a través del dibujo". Asegura, además, que ha hecho realidad uno de sus grandes sueños profesionales, al ser parte de la revista 'El Jueves', donde es uno de los autores fijos con colaboraciones centradas en la actualidad. Confiesa también que el amor por los lápices y el papel le venía ya de su época de pañales.

Bernal es hoy un referente del cómic aragonés y sus dibujos tienen un sello propio fácil de distinguir. Este 'monigotero' será uno de los protagonistas del XX Salón del Cómic de Zaragoza que se celebra este fin de semana, donde firmará su último libro 'Juan sin móvil 2. Game over'. La segunda parte de un exitoso volumen que tiene como eje central a los niños y las tecnologías. 

Este zaragozano asegura que para ser dibujante profesional solo tienes que "trabajar duro y tener suerte" y augura un futuro prometedor para el sector del cómic en Aragón, destacando que la Escuela de Artes de Zaragoza ya cuenta con una formación específica y varios profesionales aragoneses exportan su trabajo a Estados Unidos.

¿Cómo fueron tus inicios en el dibujo?

Desde que llevo pañales estoy dibujando. Cuenta la leyenda que mis padres me ponían en el orinal e incluso sentado ahí, haciendo pis y caca, no dejaba de dibujar. La verdad es que el apoyo familiar ha sido fundamental en mi carrera. Después de estos inicios tan precoces hice mis primeros fanzines. Estudie el bachillerato artístico y el ciclo superior de ilustración, que me ha servido para ser ordenado. Poco a poco me fui juntando con gente que compartía mi pasión y nunca dejé de dibujar. Llegó mi primer trabajo remunerado y semanal en un medio de comunicación. Al principio no podía vivir de ello, pero fue suficiente para motivarme a seguir. En 2005, con 26 años me convertí en un 'profesional del cómic'.

¿Se puede vivir del dibujo?

No saldré en la lista Forbes, pero me gano bien la vida. Me dedico profesionalmente al dibujo y se puede vivir de ello. El secreto, aunque suene a tópico, es trabajar mucho y tener suerte. Aunque no hay que olvidar que antes de llegar aquí he hecho de todo. He sido reponedor textil en el Carrefour y el mejor 'recomendador' de almohadas para las señoras. También trabajé en una fábrica de inyección de plásticos, haciendo chapas... Bueno, pues eso. Un poco de todo...

¿Cómo te organizas el día a día?

Trabajo en casa y tiene sus ventajas. Me encanta trabajar en casa. Me levanto por la mañana, con la edad he descubierto que madrugar ayuda (asegura sonriente). El café es imprescindible. Leo las noticias porque me toca hacer viñetas de actualidad y me pongo a dibujar según mi calendario. Lunes y martes suele ser para ilustración de libros, el miércoles ya me pongo con la revista, viñetas cuando toca... Es todo más ordenado de lo que puede parecer desde fuera. Las tardes son más familiares, tengo dos niñas de 12 y 7 años y corro de una extraescolar a otra.

¿Alguna de tus hijas ha heredado tu pasión por el dibujo?

A la mayor le encanta dibujar y tiene un mundo artístico particular. Ahora le ha dado por el manga.. Y yo que soy del tebeo patrio le enseño Súper López, pero nada, todavía no he conseguido captar su atención (risas).

¿Cómo definirías tu estilo?

¿Estilo? Monigote humorístico. En lo que yo hago prima el humor que es lo que más me gusta, mi vida está rodeada de humor. Hacer reír es súper difícil, es más fácil hacer llorar. Pero lo veo tan gratificante que la gente se divierta contigo y olvide sus problemas...

Y, ¿cómo haces reír?

Te pones a pensar y salen las ideas solas, las vas apuntando y te quedas con la que crees que es más chula. Ojalá existiera una fórmula para humor. No sabes lo que va a triunfar más o menos. A veces lo que piensas que no va a calar mucho resulta ser un éxito, y hasta mi vecina ha venido a decirme que le han llegado mis dibujos a su grupo de Whatsapp.

También el tiempo juega un papel fundamental. Hay ocasiones en las que tienes poco tiempo para hacer una viñeta. Por ejemplo en redes sociales, cuando en menos de dos horas tiene que estar pensada y realizada.

¿Cuál ha sido tu publicación más importante, por contenido emocional o profesional?

Quiero a todos mis niños por igual, desde la primera publicación a la última, aunque a veces miras atrás y dices... ¡Madre mía, pero en qué estaba pensando!

Mi primera publicación fue un cómic de caries, porque en esa época visitaba mucho al dentista. Ahora lo veo y digo qué vergüenza (risas). Estoy muy satisfecho de 'Juan sin móvil' y también de 'El chico águila', que cuenta la historia de los niños que están ingresados en el hospital y de los que no hay que acordarse solo en Navidad cuando los visitan los jugadores de fútbol. Con el 'Diccionario de aragonés para foranos' me lo pasé genial, enseñando oregonés. 'Jano incorporé sano' es un personaje que sale en 'El Jueves' y que me encanta. Me acuerdo de todos y todo lo que se publica lo tengo guardado en mis estanterías, que ahora se empiezan a quedar un poco pequeñas.

¿Qué necesita un dibujante para desarrollar su trabajo?

Mesa, papel, lápiz... Un flexo para trabajar de noche. Trabajo en digital desde hace varios años, porque yo y lo digital nos enamoramos mutuamente. Ahora toco el papel para alguna exposición, pero el trabajo del cómic y monigotes lo hago en pantalla digital.

¿Cómo fue el salto a dibujar para medios nacionales?

Mi objetivo desde bien joven, desde que recuerdo leer tebeos, era poder llegar a 'El Jueves'. Veía que la gente tocaba temas de actualidad con chistes y dibujos y me parecía emocionante. Ese sueño lo cumplí y lo sigo cumpliendo hoy en día. Mi primera viñeta allí la publiqué en 2005, era sobre fútbol y el regreso de la Liga. 

Estaba leyendo 'El Jueves' en la playa y vi que podías mandar tus viñetas, me animé, mandé una y me la publicaron. Así que a partir de ahí seguí enviando trabajos. Como soy maño y cabezón, cualidades que vienen muy bien para ser dibujante, seguí mandando, hasta que me ofrecieron media página, una entera, una portada... Los sueños se cumplen. La primera portada fue la de Felipe VI, que se relajaba en verano en la playa mientras las medusas de la república y los independentistas catalanes le picaban las piernas.

¿A qué personaje te gusta dar vida 'monigotera'?

No tengo favoritos. La cosa va por días, por ejemplo esta semana estoy haciendo mucho de Florentino Pérez.

¿En qué punto está el sector del cómic en Aragón?

Llevo años diciendo, que no sé si será por el agua del Ebro, pero hay mucha producción de cómic en Aragón. Dibujantes, Fanzines, gente trabajando para Estados Unidos... Cuando voy a salones fuera me doy cuenta de los dibujantes que hay aquí, de la buena materia prima y el gran trabajo que se realiza. Hay calidad y cantidad y ahora además hay ciclos superiores de cómic en la Escuela de Artes de Zaragoza lo que supone una buena base. 

¿Qué significa para este sector un salón como el que se celebra este fin de semana en Zaragoza?

Mucho. Este es el mejor salón del universo porque te cae al lado de casa (entre risas). Yo voy desde la primera edición, cuando solo había cuatro mesas con tela negra en La Almozara. Ver lo que ha crecido, el respaldo que tiene, la gente que se mueve para que salga adelante... Es una pasada... El cariño que le ponen...

Aquí vienen autores nacionales e internacionales, algo que en otros salones no pasa. El mimo para que sea un salón del cómic auténtico, en el que el cómic es el gran protagonista y lo acompañan dibujantes y talleres...

¿A qué tipo de público va dirigido?

A todo tipo, porque es un salón acogedor y familiar. Está abierto para todos, talleres para niños y muy niños. Colecciones para gente muy mayor. Las familias se lo pasan en grande... Aquí solo hay pasión por el cómic.

¿Qué encuentran los amantes del cómic en esta cita?

Van a encontrar cómic que es lo importante, un montón de autores de todos los estilos, gremios y publicaciones. Al amante del cómic le gusta conocer a sus autores, a los que sigue. Hay charlas especializadas , muy interesantes. Yo participo en una de los límites del humor el sábado por la tarde. El ambiente es espectacular. Se respira cómic en cada esquina y eso al lector de cómic le encanta.

¿Qué consejo les darías a los jóvenes (y no tan jóvenes) que se quieren dedicar a esta profesión?

Nunca dejes de dibujar, aunque vengan duras. Que tenga muy claro el estilo que quiere buscar. Humor, realista, histórico... A la hora de enseñarlo a una editorial es clave. Las editoriales llevan un línea y buscan un estilo definido. Además, mi consejo es que hagas cosas que le interesen a la gente, lo que cuentes tiene que interesar. 

¿Qué futuro le espera al cómic en Aragón?

Espero que un futuro próspero. He notado que en la pandemia, que ha sido desastrosa para todos, echábamos de menos la feria del libro, los contactos con los lectores, pero también he notado que la gente no ha dejado de leer: cómic, libros ilustrados... Lo que significa que apuestan por la cultura. Espero e imagino que nos irá fenomenal. Solo hay que ver como va el Salón, que cada año es más grande, más importante... Hay futuro.