Investigadores del Miguel Servet relacionan las apneas del sueño con el envejecimiento prematuro

Investigadores del Hospital Miguel Servet de Zaragoza han demostrado que existe un vínculo entre las apneas y el envejecimiento prematuro de los pacientes. No diagnosticar la enfermedad o no tratarla produce a la larga graves problemas, como diabetes, ictus o paradas cardiorespiratorias. Por eso, advierten, es importante prestar atención a la suma de ronquidos, obesidad y somnolencia.

Sebastián López, de 52 años, sufre apneas y necesita dormir con una máquina especial -conocida como CPAP- que le ayuda a respirar desde hace 1.400 noches. Asegura que ya no puede vivir sin ella y que ha pasado "de tener muchas apneas durante la noche a tener solo unas pocas, por lo que la mejoría es evidente". 

José María Marín, responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Miguel Servet, asegura: "En ese trastorno del sueño se produce una especie de debacle de todo el cuerpo, falta de oxigenación del cerebro, aceleración del ritmo cardiaco, etc.".

Recientemente López ha participado en el estudio de la Unidad del Sueño del hospital zaragozano gracias al que los investigadores han podido demostrar un vínculo entre apneas y envejecimiento. El investigador David Sanz explica que han observado "células a las que les cortan el suministro de oxígeno y producen fenómenos de envejecimiento que luego se ven en los pacientes", por eso, gracias al tratamiento con la máquina CPAP, "se revierte ese efecto".

En el caso de que las apneas no se diagnostiquen a tiempo, pueden conllevar graves repercusiones para la salud. "Por ejemplo, se desarrolla diabetes, se desarrolla hipertensión, aparece un ictus, aparece un infarto", afirma José María Marín. Sin embargo, dice, se trata de una enfermedad infradiagnosticada. El ronquido es el principal síntoma, pero hay que sumar somnolencia, cansancio y obesidad. Señales de alerta para acudir al médico.