¿Hasta dónde puede llegar una bocanada de humo?

Una bocanada de humo puede expandirse entre 1,5 y dos metros en espacios interiores. En breve, encender un cigarrillo, fumar y exhalar esta bocanada de humo en una terraza de un bar podría dejar de ser una realidad para todo el país. El Ministerio de Sanidad está trabajando en la modificación de la nueva Ley del Tabaco que prohibiría fumar en las terrazas de los establecimientos hosteleros y en los accesos a algunos edificios públicos con el objetivo de ampliar los espacios sin humo.

El Ministerio liderado por Carolina Darias cree que la pandemia ha abierto "un camino importante" a la lucha antitabaco y hay que "aprovechar" la buena aceptación que ha tenido entre la ciudadanía la prohibición en hostelería para actualizar la ley de 2010.

Un estudio publicado por la Universidad de Stanford evidencia factores como el viento, el espacio -interior o exterior- o el número de fumadores como factores determinantes en la longitud del recorrido del humo. Esta bocanada contiene sustancias contaminantes y partículas cancerígenas que se expulsan junto a los aerosoles respiratorios del fumador. 

En espacios exteriores, si hay viento, la nube de humo se diluye y se dispersa, mientras que, si no lo hay, la nube se puede expandir hasta un máximo de dos metros de distancia. "Cuanto más lejos estás del humo de un fumador, más tiempo le ha dado a dispersarse y se está mezclando con el aire limpio", explica Javier Ballester, catedrático del Área de Mecánica de Fluidos de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Zaragoza. "Es cuestión de estar a una distancia en la que el humo esté más diluido: más o menos a partir de 60 centímetros en espacios exteriores", indica Ballester.

Además de la distancia a la que nos encontremos del fumador y el viento, el número de fumadores es clave para la propagación de los aerosoles. "La capacidad de contaminar de una persona a cierta distancia es muy baja, pero si hay ocho personas fumando, aunque estén a dos metros, los que estén sentados en su misma mesa van a inhalar ese humo", afirma el catedrático de la Universidad de Zaragoza. 

En estos momentos, algunas comunidades autónomas ya cuentan con esta prohibición. Es el caso de Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Comunidad Valenciana y La Rioja, donde se ha adoptado esta medida como freno ante el avance de la COVID-19. Sin embargo, ahora esta norma pasaría a tener un carácter nacional y afectaría a 47 millones de españoles, en caso de ser aprobada.

"Se expulsan más aerosoles al soplar el humo, igual que cuando cantamos o gritamos"

En Aragón se estableció la prohibición de fumar en terrazas de establecimientos hosteleros hace ya nueve meses, en enero de 2021, como una medida para controlar los contagios por coronavirus. También se restringió el consumo de tabaco en aquellos lugares al aire libre donde no se respetara una distancia interpersonal de dos metros. Nueve meses después, la restricción sigue en pie y podría mantenerse más allá de su uso ante la propagación del virus.

"Al fumar te quitas la mascarilla y se expulsan más aerosoles al soplar, igual que cuando cantamos o gritamos. Una persona fumando emite más aerosoles que una persona que solo está respirando, porque al dar una bocanada se respira más fuerte, se lanza el aire con más fuerza y generamos así más aerosoles", explica Ballester.

De esta forma, el nuevo Plan Nacional de Prevención del Tabaquismo incluiría la prohibición de fumar en las terrazas y los estadios de fútbol, y se equipararía la fiscalidad del tabaco convencional a la de los nuevos productos (cigarrillos y dispositivos electrónicos). Además, se instauraría un etiquetado genérico en los paquetes de tabaco y el contenido (aditivos y saborizantes) de los cigarrillos electrónicos.

El número de muertes por tabaco cada año equivale a la población de Huesca

Esta nueva normativa no solo afectaría a los fumadores, sino también a los no fumadores. La razón reside en que el humo que se expulsa de los cigarrillos se expande por el aire y llega a las personas que se encuentran alrededor del fumador. Las cifras que arroja la Asociación para la Prevención del Tabaquismo en Aragón contabilizan alrededor de 60.000 muertes anuales producidas en España a causa del tabaco. "Es una salvajada. Esto quiere decir que todos los años se muere Huesca y que, en lo que llevamos de siglo, se ha muerto Aragón dos veces", explica  el presidente de la Asociación y médico especialista en Medicina Preventiva, Wenceslao Varona. "Hay motivos para enfrentarnos a este problema con algo más que palabras", expresa. 

Del total de los fallecimientos provocados por el tabaco, el 10% son de personas no fumadoras, según explica Varona. Esta es, precisamente, una de las razones por las que desde la Asociación ven necesaria una nueva ley antitabaco que prohíba su consumo en terrazas de restaurantes y bares. "Usted puede fumar en España. -dice Varona- Sencillamente, no puede hacerlo al lado de otra persona para que no se muera", afirma tajante.