Hakuna: jóvenes católicos que se acercan a Dios a través de la música y ya son virales

"Y un huracán/ Romperá el cielo desde mi garganta/ Gritándote, ¿dónde estás cuando me haces falta?". Es la letra de 'Huracán', una canción que acumula más de 380.000 visualizaciones en YouTube y supera el millón de reproducciones en Spotify. Además se sitúa en el tercer puesto de la lista de 'Los 50 más virales: España' en Spotify', por delante de artistas del momento como Quevedo, Estopa o incluso Beyoncé. Lo sorprendente es que aunque podría ser de cualquier artista pop español, pertenece a un grupo de música católico llamado 'Hakuna Group Music', que cuenta ya con cinco discos.

'Be Hakuna', tal y como ellos se definen, son una familia eucarística que surgió en el 2013 por iniciativa del sacerdote José Pedro Manglano en la 'Jornada Mundial de Jóvenes (JMJ)' en Río de Janeiro. Hoy en día, se han convertido en un fenómeno dentro de la Iglesia católica que ha revolucionado el mundo de la música y la religión. Sobre todo tras presentar su último disco 'Qaos' en concierto en el palacio Vistalegre de Madrid donde acudieron 8.000 personas que saltaban y cantaban orando con sus canciones. Con este último acontecimiento, se hicieron virales en TikTok.

Un movimiento que no deja de crecer

En la actualidad, 'Hakuna' se encuentra en varias comunidades autónomas y también ha llegado a Estados Unidos, México, Argentina o Corea del Sur, entre otros. En Zaragoza, nació hace cinco años y a partir de entonces, cada jueves a las 21:00 horas en la parroquia de Santa Engracia de la capital aragonesa, tienen una cita con la música y la fe. Todo comenzó cuando una chica de Cartagena llegó a estudiar a la ciudad y quiso implementar este grupo: "Con ayuda de un sacerdote logró reunir a unas 20 personas en el primer encuentro, hicieron el coro después y ahora el número que acude supera las 100 personas", comenta María Mur, coordinadora de 'Hakuna' en Zaragoza.

Ante el aumento de este movimiento se han creado diferentes grupos que incluyen desde universitarios y jóvenes que trabajan, a parejas que van a casarse, o matrimonios. En los encuentros realizan las 'Horas Santas', que tras una minuciosa decoración, consiste en orar y adorar al Santísimo. Después, le toca el turno a la música. "Hay muchas formas de adorar y amar a Dios, la nuestra es a través de la música. Las canciones son fruto de la oración, queremos contar al mundo una verdad que vivimos y llevamos muy dentro", cuenta Marcos Miner, de 28 años, uno de los integrantes de este grupo.

Las canciones se dedican a San José, la Virgen o para agradecer de manera genérica. "Cada momento, cada persona tiene su granito de arena y se le dedica una canción", indica Mur. "Mi canción favorita probablemente sea 'Un Segundo', habla del modo en el que Dios nos mira a cada uno", expresa María Fernández, una joven madrileña que llegó a Zaragoza para hacer unas prácticas y ha decidido mudarse. Miner enfatiza que una de sus canciones favoritas es 'Sencillamente', porque manifiesta cómo se sienten cuando creen en Dios.

Compartir entre copas, barbacoas o escapadas

Para María Fernández, este grupo ha supuesto un cambio en su vida. "Valoro mucho el grupo de amigos que he conocido, veo a Dios en ellos, en su mirada de amigo", expresa. Realizan muchas más actividades como los 'Revolcaderos' (debates alrededor de un tema concreto) o los 'Compartiriados' (voluntariados) que giran entorno a la fe aunque también comentan que hay espacio para tomar algo, hacer barbacoas o escapadas. 

"Las amistades que han nacido aquí, se van a mantener para toda la vida. Con ellos tratas temas que con otra gente no te atreves y que son formas de pensar similares. Compartir las oraciones de los jueves, es un regalo", subraya Mur. "Intentamos querernos entre nosotros, hacer lío, vivir enamorados de Él, servir a los demás y ser escandalosamente alegres, Hakuna es una familia", añade Miner.

Con la viralización de este movimiento hay quiénes se animan a acudir a las 'Horas Santas' pero hay quienes todavía tienen prejuicios: "A la gente le impacta mucho que quieras dedicar una hora de tu vida, parar y acudir a la Iglesia. Además, vivir la fe se relacionaba más con las personas mayores pero una de las cosas más atractivas de esto es que los jóvenes podemos tener a Dios presente en nuestro día a día", destaca Mur. Marcos Miner comenta que le gustaría invitar a las personas con prejuicios a "que vengan, lo conozcan y se empapen del Dios Vivo".