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TURISMO

'Glampings' o cómo unir naturaleza, lujo y comodidad sin perder de vista la aventura

En Aragón existen más de 100 campings, que ofrecen alrededor de 33.500 plazas de acampada. Y cada vez más, ganan peso los que ofrecen una amplia gama de servicios de alta calidad

ALIZIA BEGUÉ /
Campings El roble, Las Mugas y Chill Out.
icono foto Campings El roble, Las Mugas y Chill Out.

¿Quién dijo que los campings no pueden ir unidos al glamour? Los dos términos se funden en las infraestructuras turísticas que están proliferando por toda la geografía española: los 'glampings'. Se trata de alojamientos que unen experiencia en la naturaleza con servicios y comodidades propios de otros establecimientos más sofisticados. 

Según el Plan Aragonés de Estrategia turística 2021 - 2024, la Comunidad cuenta con más de 100 campings, donde se agrupan parcelas de acampada, 'mobile-homes' y bungalós. De acuerdo con este plan, los campings aragoneses siguen una tendencia al alza y se posicionan, en términos absolutos, como el segundo sector de alojamiento con más viajeros de Aragón. En total, hay 33.570 plazas en campings en la Comunidad, según el IAEST.  Y parte de ellos están apostando ahora por esta nueva modalidad alojamiento con más lujo, que gana adeptos.

Es el caso de Pere Escoda, un joven fragatino que ya lo ha probado en dos ocasiones. "Elegí esta opción para evitar cargar con la tienda de campaña durante el viaje y poder incluir más equipaje para los cinco ocupantes del vehículo", señala. "En el caso de los festivales, si eliges alojarte en un 'glamping' en lugar de la zona de acampada normal, con tu tienda, sabes que vas a estar cerca del recinto de los conciertos", explica.

Y Elsa Sierra, campista desde 2014 y natural de La Puebla de Híjar, apunta a la edad como el factor clave para escoger esta modalidad turística. "A diferencia de los más jóvenes, según se cumplen años se busca más la comodidad de tener una buena cama o un baño privado al lado de la habitación", admite.

Dormir a casi 2.000 metros de altura y con todas las comodidades

A más de 1.800 metros de altitud, en la estación de Aramón Formigal-Panticosa, se encuentra el 'glamping' de Las Mugas, cuyas habitaciones tienen forma de iglú y cuentan con un gran ventanal, desde el que se puede contemplar el atardecer entre los picos pirenaicos y el cielo estrellado por la noche. Se trata de una experiencia que solo se puede reservar para una noche, y que comienza por la tarde.

"Los participantes pueden acceder bien con esquís en los últimos telesillas de la tarde, o bien en máquina pisapistas adaptada para poder llevar viajeros tras el cierre de la estación. Por la noche se sirve una cena gourmet con productos de kilómetro cero en el iglú central. Al día siguiente, tras un desayuno, los participantes pueden ser los primeros en descender por las pistas, o bien, en realizar un paseo con raquetas hasta el ibón de Culibillas para conocer los secretos, curiosidades y leyendas de estas montañas", explican desde Aramón

"Es una de las experiencias de Formigal-Panticosa con más éxito. Tiene una gran acogida y el tipo de público es de todo tipo: predominan parejas, pero también hay familias o amigos que quieren vivir una experiencia diferente en las montañas y la nieve", indican las mismas fuentes. 

El servicio se puso en marcha en la temporada de esquí 2017/2018 y solo se oferta los meses de invierno. Los interesados deberán esperar hasta el 25 de noviembre para poder disfrutarlo.

'Glamping' en Formigal-Panticosa. / Mugas

El confort de una casa, pero en plena naturaleza

"Con 18 años acampaba con mi tienda de campaña y luego, con los años, vas buscando un bungalow de una habitación, luego de dos y cada vez queremos más confort y calidad. Los campings de cierto nivel incrementan los servicios y el público lo demanda cada vez más". Son palabras de José Antonio Rufas, director de Ligüerre Enoturismo, un centro de vacaciones y eventos erigido en Ligüerre de Cinca, en Huesca, después de que el pueblo quedara despoblado en los años 60 por la construcción del pantano de El Grado. Ahora, se puede disfrutar de unos días de vacaciones y visitar sus calles, plazas y rincones.

"Tenemos todo tipo de alojamientos. En cuanto sales ya estás en la naturaleza, pero dentro tienes todos las comodidades que puedes tener en tu casa. Además, hay restaurante, terraza, senderos, pistas deportivas, bodegas...  Una de las mayores diferencias entre un camping y un 'glamping' está en los servicios", indica el director.

Rufas señala que este tipo de turismo va a más. "La gente busca estar en la naturaleza, pero no tener pegado al vecino, y aquí lo tienes a más de diez metros. En los últimos años hemos visto como crece la demanda. En momentos punta, llenamos todas las plazas. En los próximos dos años nos planteamos ampliar oferta", afirma.

Camping El Roble

Pasar la noche en una jaima típica del desierto o en una tienda india es posible en el camping El Roble, cerca de la localidad de Morella, en el Matarraña turolense. Una infraestructura turística con siete años de andadura donde han apostado por el formato 'glamping'. "Tenemos 100 parcelas para poner tiendas y 22 alojamientos, de los que 12 son 'glamping' y les llamamos 'tiendas del mundo'. Para desmarcarnos de los campings que ya había en Aragón, teníamos que hacer algo diferente", apunta Carlos Arrufat, propietario del camping.

Allí, el usuario puede elegir dormir en diferentes tiendas que utilizan diversas culturas como jaimas, tipis americanos o yurtas de Mongolia, con todas las comodidades en su interior. Estas últimas, asegura Arrufat, son las más demandadas del complejo. "Este tipo de tiendas las abrimos en semana santa y están hasta diciembre, de hecho a algunas le ponemos hasta calefacción. Se llenan siempre, en verano están completas, y fuera de temporada, sobre todo el fin de semana".

"Al principio pusimos solo una tienda de estilo indio y llamaban mucho más para esta única tienda que para el resto de la oferta, por lo que seguí invirtiendo allí", cuenta Arrufat. Y fue un acierto, porque el negocio cada vez va a más. "Está creciendo de forma exponencial y, de hecho, a estas alturas del año hemos facturado más que en el mismo periodo de anteriores años. Estamos creciendo progresivamente a un ritmo bastante acelerado". Prueba de ello son los campistas que cada año repiten en esta localización, como Elsa Sierra, que suele acudir con su marido y su perro en una 'móbil home', pero no renuncia a las 'Tiendas del Mundo'. "La experiencia en ellas es una maravilla. Están muy bien ambientadas, en la Yurta se puede ver el cielo estrellado si abres las ventanas del techo y son totalmente recomendables". 

En el Camping Chill Outdoor, en Perarrúa (Huesca), se ofrecen tan solo 12 fincas, ocho son parcelas vacías, donde los campistas pueden instalar su tienda, y cuatro son tiendas 'safari', de 7x5 metros de superficie y equipadas con nevera, muebles de madera, cama de matrimonio, cafetera o hervidor de agua. "La gente quiere estar en contacto con la naturaleza, pero dormir bien. Muchos clientes dicen que de jóvenes acampaban, pero ahora buscan más lujo. Es un público que no quiere viajar con una tienda y el saco de dormir a cuestas y, aunque esto sea más caro, buscan más lujo", indica Joaquín Van Krimpen, propietario de la instalación. 

"Las tiendas Safari son nuestro alojamiento más demandado. Normalmente, para la temporada de verano las reservas ya están llenas en enero. Desde 2018 que empezamos con ellas, han estado llenas siempre. Hay mucha demanda", zanja el propietario.