Publicidad
MEDIO AMBIENTE

Gistaín, un balcón con vistas al paraíso, ejemplo de sostenibilidad

Estas son las razones que han llevado a la localidad a figurar entre los diez municipios del país que más contribuyen a la biodiversidad

ARAGÓN NOTICIAS /
Gistaín (Huesca).
icono foto Gistaín (Huesca).

A la belleza de unas vistas de postal y el privilegio de una ubicación recóndita, la localidad altoaragonesa de Gistaín añade ahora el reconocimiento de figurar en la lista de los diez municipios más sostenibles del país, de los que menos agravan el cambio climático y más contribuyen a la conservación de la biodiversidad, según el reciente informe “HablaRural”, elaborado por la organización ecologista Greenpeace y en el que se analizan las actividades a las que se destina la superficie total del territorio. 

Una tarea laboriosa de más de seis meses de duración, con la se han recopilado los datos de los más de 8.100 municipios del país, que ahora pueden ponerse frente a un espejo en el que el pueblo sale muy favorecido. "Gistaín lo tiene todo”, señala Julio Barea, responsable de la campaña #HablaRural, quien enumera algunas de sus características, como disfrutar de un paraje de ensueño con abundantes recursos naturales, la baja densidad de población (inferior a los dos habitantes por kilómetro cuadrado), el porcentaje testimonial de la superficie dedicada a actividades que contribuyen al cambio climático (apenas el 0,1%), los hasta 57,6 kilómetros cuadrados que contribuyen a la conservación de la biodiversidad y el desarrollo en la zona de un turismo de nivel  y respetuoso con el medio ambiente.

Ecosistemas naturales como sumideros de carbono

Como no podía ser de otra manera, el elogio de la organización ecologista ha sido muy bien recibido en el pueblo. “Estamos encantados y muy agradecidos”, reconoce Ana Mur, vecina de Gistaín quien, junto a su marido, el alcalde de la localidad, David Bielsa, gestiona la casa rural Casa Lucía y la tienda de embutidos y patés artesanos El Reposte de Chistabín. “Nos parece estupendo un reconocimiento así y creemos que es muy bueno para todo el valle”, opina Milagros, al frente de los Apartamentos Casa Blas y La Bordeta de Blas. 

El informe resalta el valor medioambiental de lugares de la España interior, como Rábanos y Riocavado de la Sierra (Burgos), Navaescurial (Ávila), San Roque de Riomiera (Cantabria), Valsalobre (Cuenca), Valverde de los Arroyos (Guadalajara), Torralba del Pinar (Castellón), Viniegra de Arriba (La Rioja) y Caneján (Lérida), además de Gistaín, donde apenas se emiten gases de efecto invernadero y se conservan ecosistemas naturales que actúan como sumideros de carbono. Así, a la conocida condición de “graneros de las ciudades”, las zonas rurales suman ahora la tarea de servir de contrapeso a la contaminación de los entornos urbanos. 

Mejoras en el pueblo de las tres torres

No pretendemos repoblar las zonas vacías del país”, aclara Barea, “sino contribuir a que la gente no se vaya de sus pueblos porque estos juegan un papel esencial en el equilibrio medioambiental”. El responsable de Greenpeace alude a la corriente social y política que persigue revertir la despoblación en las zonas de interior, pese a que, por otra parte, en algunas de ellas esta nunca abundó. En su caso, aboga por lograr que aquellos que permanecen en esos lugares lo hagan “con los mismos derechos y oportunidades que la gente más urbanita”

Los aludidos lo tienen claro. “Da gusto vivir en un sitio así”, se arranca Mur. “Ahora tenemos tres miradores privilegiados en los alrededores del pueblo y parece que rebosa el oxígeno. Si casi da cosa salir a pasear con la mascarilla”, reconoce. Atendiendo al requerimiento de un hacer repaso apresurado de los cambios ocurridos en el pueblo de las tres torres durante los últimos años, Ana recuerda la construcción de esos balcones con vistas a las montañas, los miradores de la Cruz de Puyadase, de Fontanales y de la Cruz de Grao, además las zonas de paseo, el ensanche en el parque, el servicio de reparto de butano puerta a puerta por el pueblo, la instalación de papeleras y la limpieza de las calles, especialmente por donde pasa el ganado. 

Un modelo de desarrollo sostenible

Porque, ¿qué puede hacer un alcalde de un pequeño municipio para contribuir a salvar el planeta? Barea lo tiene claro: “Bastante hacen con presentarse al cargo, con la de problemas que asumen... La responsabilidad es de los diputados territoriales y nacionales, que deben llevar a los parlamentos cuestiones en favor de los pueblos, aunque luego, normalmente, si te he visto, no me acuerdo”, lamenta. 

El portavoz ecologista advierte, eso sí, de lo tentador que resulta dejarse deslumbrar por macroproyectos agropecuarios, causantes a su juicio de “daños ambientales brutales” en los acuíferos, “sin que reporten realmente el número de puestos de trabajo que prometen porque luego son centros muy tecnificados”, argumenta.

En cambio, existe otro modelo más sostenible a ojos de las organizaciones conservacionistas, aquel que apuesta por combinar la preservación del medio natural y el desarrollo de actividades económicas respetuosas con el medio ambiente y la producción de alimentos como alternativa a la producción industrial. 

Un verano lleno de esperanzas

Tras los duros meses de cierres perimetrales, los negocios de Gistaín confían en que el turismo se anime definitivamente. “Seamos positivos, vamos a pensar que este verano va a ser de mucho trabajo”, desea Milagros. La tarea se la darán los visitantes, a los que se espera con los brazos abiertos y de los que se alaba su preocupación por el medio ambiente. “En general, los turistas que vienen a visitarnos a Gistaín se muestran muy respetuosos con el medio ambiente y con el cuidado de los paisajes que encuentran”, opina Ana. “Quienes vienen aquí están absolutamente concienciados con el cuidado del entorno. Les gusta mucho la naturaleza y buscan la tranquilidad”, secunda Milagros. Porque todo cuenta para seguir formando parte de tan recomendable lista.