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40 ANIVERSARIO

Felipe González: "Mi prioridad era la convivencia, sin ella todo era inútil"

El expresidente del Gobierno repasa en una entrevista sus años al frente del país (1982-1996), cuando se cumple el 40 aniversario de su llegada al poder, y los cambios que se han sucedido desde entonces

ARAGÓN NOTICIAS / AGENCIAS /
icono foto Felipe González, expresidente del Gobierno (1982-1996). / EFE

El expresidente del Gobierno, Felipe González, asegura que la prioridad número uno a su llegada al poder en 1982 fue mantener la convivencia "para que no volviéramos a las andadas", ya que, como él mismo explica, estaba y está convencido de que, sin ella, todo hubiera resultado "superfluo, reversible e inútil".

En una entrevista con motivo del cuarenta aniversario de la victoria electoral del PSOE el 28 de octubre de 1982, González repasa aquella histórica fecha, sus años de Gobierno (1982-1996) y cómo ha cambiado España y el mundo desde entonces.

Cuando aquella noche se confirmó que el PSOE había obtenido 202 diputados y que sería el encargado de formar el primer gobierno de izquierdas desde la II República, Felipe González se sintió "abrumado". "Por eso priorizaba por encima de todo la convivencia, porque veníamos de acontecimientos que intentaban romperla una y otra vez. Lo primero era la convivencia democrática para vivir en libertad y en paz", comenta.

El expresidente explica que las expectativas de la sociedad española eran una contradicción entre "entusiasmo y temor" y recuerda que, mientras meses antes, en Francia un millón de personas celebró en las calles el triunfo del también socialista François Mitterrand, en España, había millones de personas, pero en su casa. "Podían verlo por televisión, pero en la calle no querían estar", recuerda.

"No conseguí evitar que se confundiera descentralización política con centrifugación del poder"

"Había mucha gente con un entusiasmo reservado intentando que no pasara nada. Qué veníamos del golpe de Estado de Febrero del año anterior. Y para colmo. ETA agitaba lo peor de sus sentimientos más perversos, asesinando a gente. Pero ese esfuerzo iba en paralelo a otro esfuerzo que me parecía que era tan significativo. ¿Cómo vamos sentando los pilares de una sociedad de bienestar?", comparte el expresidente. 

Felipe González destaca la puesta en marcha del Estado de las Autonomías como reconocimiento de que España, además de plural en las ideas, era diversa en el sentimiento de pertenencia, aunque admite que "no tenía ningún interés en precipitarlo". "Sobre todo quería evitar, y reconozco que eso no lo conseguí, que se confundiera descentralización política con centrifugación del poder".

"Yo creo -reflexiona González- que nunca en España ha habido un desarrollo más rápido que cuando se ha descentralizado el poder y nunca ha empezado a haber más inconvenientes en la convivencia que cuando la descentralización se ha convertido en centrifugación y poder enfrentado de unos con otros", reflexiona.

"Mi compromiso no era entrar en Europa, era participar en la Constitución Europea"

Cuando el PSOE ganó las elecciones del 82, Felipe González tenía un proyecto de país que pasaba por "romper el aislamiento de España" y lo primero que trató de hacer fue romper la barrera psicológica que nos separaba de Europa.

Reconoce que aún le exaspera escuchar hablar de Europa como algo que está fuera o a quienes afirman "Bruselas nos dice, Bruselas pide" como si no formáramos parte de ese ámbito de decisión.

"Mi compromiso no era entrar en Europa, era participar en la construcción europea", sentencia el expresidente del Gobierno, que critica que algunos países estén en la Unión Europea "a medio gas".