Angustia e incertidumbre entre los vecinos desalojados, que no saben aún cuándo podrán regresar

"Estamos con mucha angustia porque no sabemos si vamos a volver y va a estar todo bien y si vamos a tener donde ir. Hemos tenido que salir corriendo", indicaba la nieta de un matrimonio que ha pasado la noche alojados en el recinto ferial de Calatayud. "Estábamos nerviosos porque veíamos que las llamas rodeaban casi el pueblo y decían que no hacía falta desalojar, pero al ver tanta llama lo hemos decidido", añadían sus abuelos. "Íbamos a ir a Madrid pero la autovía estaba cortada", ha explicado la mujer a un equipo de Aragón TV que ha visitado de madrugada el recinto. 

1.700 personas fueron desalojadas de sus localidades por la virulencia con la que avanzaba el incendio de Ateca entre la tarde y la noche del martes. Todos ellos son vecinos de Alhama de Aragón, Bubierca, Castejón de las Armas, Moros y Villalengua. Además, hay otros cinco pueblos en preaviso para ser evacuados. Muchos han podido ubicarse en casas de amigos y familiares; 180 personas han pasado la noche en recinto ferial de Calatayud, donde se han instalado literas, mesas o frigoríficos; otras 60 en distintos hoteles de esta localidad y 28 en el polideportivo de Ateca. Los vecinos han tratado de descansar mientras los efectos antiincendios trabajaban contra el fuego, que ya ha calcinado al menos 14.000 hectáreas de superficie. 

Un vecino de Alhama ha indicado que había abandonado su casa a las 22:30 y había sido trasladado a Calatayud: "Está el fuego por todos lados, estamos rodeados y nos sabemos lo que va a durar, tenemos que tomarlo con filosofía. Ojalá acabe pronto y podamos volver". Junto a él se encontraba otro alhameño: "Nos han ofrecido de todo: comida, agua, cama... la atención es muy buena", ha destacado. Todo ello gracias al equipo de Protección Civil, voluntarios de Cruz Roja o particulares como Conchi, vecina de Calatayud, que ha decidido acudir a ayudar en lo que pudiera: "Hemos preparado bocadillos, hemos repartido fruta que han traído almacenes de la comarca, zumos, agua, batidos para los niños... Todo con material que nos han suministrado. Las panaderías que han traído pastas, pan, café... ". 

"Hemos atendido a las personas según iban viniendo. Ha estado todo muy buen surtido y en cuanto faltaba algo enseguida traían más", ha indicado Santiago, otro voluntario bilbilitano. 

En Ateca, varios jóvenes vecinos de la localidad permanecían en la calle entrada la madrugada viendo cómo trabajaban los diferentes equipos de Bomberos y Fuerzas de Seguridad, con la impotencia de no poder ayudar. 

"Estamos con el corazón en un puño viendo pasar a los bomberos, porque no podemos hacer nada. Me han llamado para decirme que se me ha quemado una caseta que tengo en el monte pero los perros los he podido sacar", ha indicado uno de ellos. A su lado, otro joven de la localidad se lamentaba impotente de la situación: "Las llamas están a las puertas del pueblo y aquí estamos, pasándolo mal. Hemos evacuado a los perros, pero nos sabemos si las perreras se habrán calcinado, yo creo que sí, pero no hemos podido acercarnos". "Lo hemos pasado mal porque hemos visto las llamas muy cerca de las casas", zanjaba un tercer joven. 

En Moros, el pueblo está vacío salvo cuatro personas que han decidido no abandonarlo. Las llamas se han quedado a las puertas del pueblo. De hecho, han afectado a unas viviendas que estaban justo en la entrada. 

300 turistas desalojados de los balnearios de Alhama

Alrededor de 300 turistas que se alojaban en los dos balnearios de cuatro estrellas de Alhama de Aragón han sido desalojados junto a los vecinos del municipio con motivo del incendio. El Hotel Balneario Alhama de Aragón permanecerá cerrado hasta nuevo aviso y el personal del Balneario Termas Pallarés se mantiene en activo para atender a las llamadas y a los turistas que acuden a las instalaciones a recoger sus maletas. La evacuación de los visitantes se hizo lo más rápido posible, en torno a las 22:00 y 22:30 horas del martes 19 de julio. Todos ellos fueron trasladados a los recintos habilitados en las localidades de Calatayud y Nuévalos. La mayoría se trasladaron en sus coches particulares y para aquellos que no dispusiesen de uno, se habilitaron autobuses.

Desde el Balneario Termas Pallarés aseguraron que los turistas "están más o menos tranquilos" y que el desalojo se produjo sin contratiempos. Actualmente la mayoría de los clientes siguen sin poder regresar a sus municipios de origen y están alojados en las zonas de reunión. Como las carreteras a Madrid están abiertas, los que proceden de la capital española sí que han podido recoger su equipaje y volver.