España registra 5.000 casos anuales de cáncer de piel melanoma

Este domingo se celebra el Día Mundial del Cáncer de Piel, una enfermedad que padecen en el mundo, cada año, más de tres millones de personas. De ellos, unos 132.000 son melanomas, un tipo de carcinoma menos habitual pero con peor pronóstico, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). La lectura negativa de esta cifra es que el 81% de los diagnósticos se producen en países desarrollados por motivos estéticos y de ocio. En España se diagnostican 5.000 casos anuales de melanoma y unos 71.000 de cáncer de piel no melanoma. La autoexploración, la protección solar y unos hábitos de exposición correctos pueden tener una importancia crucial en la salud a medio y largo plazo. 

Uno de los conceptos para minimizar riesgos es el "capital solar", el número de horas de exposición solar que la piel tolera a lo largo de la vida. Como explica Mar Santamaria, farmacéutica de PromoFarma, "es limitado y varía en función del tipo de piel, la predisposición genética y, especialmente, los hábitos que se hayan mantenido". Una vez sobrepasado, es cuando aparecen los problemas, desde manchas y/o arrugas hasta otros más graves como el cáncer de piel. ¿La buena noticia? El 95% de los pacientes pueden curarse si son diagnosticados a tiempo. Es clave la autoexploración, "revisarse la piel periódicamente para detectar a tiempo anomalías que puedan indicar algo más grave."

La dermatóloga aragonesa Ana Molina, médica adjunta especialista en el Hospital Clínico San Carlos, responde para Aragón Noticias a algunas de las preguntas más frecuentes que rodean esta enfermedad, así como las buenas prácticas a la hora de exponerse al sol: 

¿Cuáles son las diferencias entre los distintos tipos de cáncer de piel?

Molina revela que, a grandes rasgos, podemos clasificarlos en carcinomas melanomas y no melanomas, siendo los primeros en los que hay que tener especial atención. El último grupo incluye cánceres de piel muy frecuentes pero con muy buen pronóstico, como el carcinoma basocelular o espinocelular, que raramente dan metástasis y que tienen un alto porcentaje de supervivencia.

Por contra, el melanoma es un cáncer de piel menos frecuente pero más agresivo. Tiene un origen diferente a los anteriores ya que se origina en los melanocitos, las células encargadas de producir melanina en nuestra piel y por eso su aspecto suele ser el de un lunar feo, con varios colores o incluso una mancha negra. 

El carcinoma basocelular suele aparecer en zonas expuestas al sol en forma de bulto brillante o superficie perlada, una lesión ulcerada sangrante o cicatriz blanquecina en la piel. Por su parte, el carcinoma espinocelular aparece en la cara, oreja, dorso de las manos como una lesión de superficie rojiza y escamosa o con costra. 

¿Cómo detectar a tiempo el cáncer de piel?

La regla del ABCDE puede ayudar a distinguir un lunar de una lesión cancerosa: si presenta alguna Asimetría, los Bordes irregulares, si cambia de Color o mezcla colores diferentes, tiene más de 5mm de Diámetro o Evoluciona.

Algunos factores indican mayor propensión a desarrollar esta enfermedad, aunque lo primordial son las revisiones periódicas con un dermatólogo: muchas pecas o lesiones solares como manchas actínicas, antecedentes personales o familiares de cáncer de piel, edad avanzada y con hábitos de exposición intensiva o quemaduras solares; mayor predisposición a nivel genético.

¿Qué tener en cuenta a la hora de elegir una crema solar?

Una de las claves es entender bien Factor de Protección Solar (FPS o SPF) que aparecen detallados en los envases. Este valor multiplica el tiempo al que cada persona puede estar expuesta al sol sin quemarse y no es una operación exacta ya que varía en función del fototipo o tipo de piel que tiene cada persona. En palabras de Molina, "si una persona tiene una tolerancia de 10 minutos sin fotoprotección y se aplica una crema solar +30, tendría 300 minutos de protección".

A la hora de elegir una u otra, la dermatóloga incide en la importancia de otros indicadores como la resistencia a los rayos infrarrojos, a la luz visible o a los rayos UVA. Asimismo recomienda el uso de crema solar durante todo el año, al menos en la cara. "No solo nos protege de un posible carcinoma sino también del envejecimiento".

¿Cuáles son las claves a la hora de tomar el sol?

Para Molina, lo principal es tener en cuenta el semáforo de rayos ultravioleta (UV), un indicador que va de 0 a 11 y que hoy en día puede revisarse a través de dispositivos digitales como relojes inteligentes o teléfonos móviles. Este indicador no está relacionado con el hecho de que salga un día soleado o no, ya que puede estar nublado y haber un nivel 8 UV. "A partir del nivel 3 hay que fotoprotegerse", detalla. En todo caso se muestra tajante al respecto: "lo que recomendamos los dermatólogos es no tomar el sol".


Otro de los trucos para saber la alta incidencia solar tiene relación con el tamaño de la sombra proyectada. "Cuanto más larga sea, más seguro es tomar el sol"

¿Estar bronceado ha estado siempre de moda?

Según explica Molina, no siempre el estar bronceado ha sido un sinónimo de belleza. "En 1920 la diseñadora Coco Chanel, que podría ser considerada una influencer de la época, apareció con la cara bronceada tras un verano en la viña francesa. Desde entonces, el crecimiento de esta tendencia ha sido exponencial. 

La sanitaria aragonesa también hace referencia a que, actualmente, existen herramientas digitales como Google Trends para analizar tendencias de búsqueda en Internet y que ponen de manifiesto el creciente interés por lociones autobronceadoras, un producto que ella sí recomienda, y la disminución por las cabinas de bronceado, que considera "perjudiciales" para la salud.

En todo caso, para la dermatóloga lo más bonito es "mantener la piel de fábrica que tiene cada uno" y es lo que defienden desde su colectivo. "A una persona de ojos claros y pelo rubio no le pega una piel morena".