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LEGISLACIÓN

La gestación subrogada en España: ¿es legal?, ¿y si el proceso se realiza en otros países?

La legislación española entiende esta práctica como una forma de violencia contra la mujer y no es legal, como ha recalcado la propia ministra de Igualdad, Irene Montero

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto La gestación subrogada no es legal en España. / Canva

La noticia del nacimiento de la hija de la actriz española Ana Obregón por gestación subrogada en Miami (Florida, Estados Unidos) ha generado dudas sobre la legalidad de esta práctica en España. La gestación subrogada -práctica mediante la cual, previo acuerdo con otra persona o pareja, una mujer queda embarazada con un óvulo ajeno y da a luz a un bebé para esa persona o pareja- no es legal en nuestro país.

Un argumento que ha recordado este miércoles la propia ministra de Igualdad, Irene Montero, quien ha remarcado además que la nueva Ley de derechos sexuales y derechos reproductivos reconoce la gestación subrogada, "que no es legal en España", como "una forma de violencia contra las mujeres". "Nunca se olviden de las mujeres que están detrás, hay un sesgo de discriminación por pobreza claro", ha sentenciado Montero.

Además, la Ley del Aborto prohíbe la publicidad de las empresas de intermediación que buscan contactar con familias o personas interesadas en España. En su artículo 10 sobre "gestación por sustitución" se indica que "será nulo de pleno derecho el contrato por el que se convenga la gestación, con o sin precio, a cargo de una mujer que renuncia a la filiación materna a favor del contratante o de un tercero". De esta forma, esta práctica de reproducción no puede realizarse dentro de los límites legales en España, pero sí en otros países.

A la legalidad entorno a la gestación subrogada se ha sumado otro debate, el de la edad límite para ser madre. En España, la adopción de menores exige que los padres tengan mínimo 25 años y un máximo de 45. Además, la diferencia de edad entre padres e hijos debe ser mayor de 16 años, pero no superar los 40. Por tanto, para Obregón habría sido imposible adoptar en España a sus 68 años.

¿Se puede registrar a esos niños en España?

Se puede inscribir en España al recién nacido porque prevalece el derecho del menor, pero es un proceso muy largo que comienza en el país donde ha nacido el bebé. En primer lugar, se necesita una sentencia judicial en la que la madre gestante renuncia a la maternidad de forma voluntaria.

"La justicia española va a reconocer si esa resolución es válida o no. Se inicia de esta manera un proceso de filiación para reconocer esta filiación entre los padres que han llevado a cabo la gestación subrogada y el menor", explica la abogada de familia, Pilar Vilella. 

Por tanto, solo se permite el acceso al Registro Civil de niños nacidos por gestación subrogada con una sentencia de filiación. El Gobierno de Pedro Sánchez limitó esta posibilidad en 2019, con una instrucción del Ministerio de Justicia que afectó a parejas que acudían a países como Ucrania o Georgia para acceder a esta práctica, donde es legal, pero no se emiten sentencias de filiación.

Sin embargo, España permite el registro de los hijos de parejas españolas que hayan recurrido a esta práctica en el extranjero. Y, hasta el año 2019, lo hacía por dos vías. La primera, a través de la instrucción de 5 de octubre de 2010, que recoge que la inscripción "solo podrá realizarse presentando, junto a la solicitud de inscripción, la resolución judicial dictada por Tribunal competente en la que se determine la filiación del nacido". Este es el caso, por ejemplo, de Estados Unidos.

La segunda es consecuencia del tercer punto de la Ley de Reproducción asistida sobre "la posible acción de reclamación de la paternidad respecto del padre biológico". Esto permite inscribir a un hijo en el Registro Civil con una prueba de ADN del padre, que en los casos de gestación subrogada suele ser el donante.

Hasta el año 2019 este era el recurso que utilizaban muchas embajadas españolas para aceptar la petición de inscripción en el registro civil en países en los que la práctica es legal, pero no se dictan sentencias de filiación, como Ucrania o Georgia. En estos casos, la inscripción se realizaba con una prueba de paternidad a través del ADN.