Se abre la veda de caza mayor

Este domingo comienza la temporada de caza mayor en Aragón. Una actividad que sirve como punto de encuentro de muchos aragoneses y que supone un impacto económico millonario para la Comunidad. Los cazadores se muestran esperanzados y acogen con muchas ganas la progresiva vuelta a la normalidad que dejaron atrás los meses de pandemia.

Para practicar la caza en un coto deportivo, en Aragón es obligatorio formar parte de la Federación Aragonesa de Caza, que actualmente cuenta con 27.000 inscritos. Estos cotos representan el 90% del total, pero también existen los municipales y los privados. Así, un total de 1.415 cotos se distribuyen por todo el territorio aragonés.

La caza en Aragón, en cifras

El año pasado, el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) expidió 43.339 licencias de caza y este 2021 se han tramitado 25.554 hasta el momento. Aun así, la caza poco a poco va perdiendo adeptos. Miguel Ángel Girón, presidente de la Federación Aragonesa de Caza, cree que esto se debe a que “el colectivo está envejeciendo y hay poco relevo generacional”.

A pesar de ello, Girón asegura que se trata de una actividad “bastante practicada y bonita, porque estás tú solo contra el mundo” y recuerda sus primeros años: “Yo iba de morralero, que era el que acompañaba y llevaba el morral, y de ahí me viene la afición. Ahora intento enseñarles a mis hijos lo que a mí me enseño mi padre. Y principalmente así se transmite la caza”.

Respecto a las comarcas en las que más se practica esta actividad, los datos de 2020 del INAGA ponen de manifiesto que encabeza la lista la Hoya de Huesca (1.708 licencias), seguida de Los Monegros (1.225) y el Bajo Cinca (1.066). Por edades, los aragoneses comprendidos entre los 65 y los 75 años son los que más cazan (10.202 licencias). Tras ellos, se encuentra el tramo de los comprendidos entre 55 y 65 años (9.273) y entre 45 y 55 años (7.512).

El jabalí y el conejo, los animales más cazados

En los cotos de caza menor se permite abatir especies inferiores al tamaño del zorro, como, por ejemplo, el conejo, la perdiz, la becada, el zorzal, la codorniz o la paloma. En cambio, en las de caza mayor es posible capturar jabalí, ciervo, gamo, muflón, corzo o cabra montés.

A partir de este domingo se podrá llevar a cabo la caza mayor, tal y como establece la Orden publicada por el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, una modalidad que no estaba autorizada meses atrás, ya que era temporada de caza menor. Este decreto indica las condiciones, fechas y animales que se pueden cazar. Los cotos están obligados a presentar una solicitud al Gobierno de Aragón, en la que deben explicar qué quieren cazar, para recibir la autorización.

Desde la Federación Aragonesa de Caza están convencidos de que el protagonista de los próximos meses será el jabalí. “El jabalí tiene el problema de la sobrepoblación, cazamos unos 30.000 al año. Y, además, conlleva un peligro por la transmisión de la peste porcina, porque imagínate en Aragón, con la cantidad de granjas de cerdos que tenemos, si entra la peste porcina africana, sería un problema”, argumenta el presidente. Y añade: “La caza favorece el control de especies y los cazadores somos los principales cuidadores y ecologistas de la caza”.

La cabra montés también preocupa a este sector, por los brotes de sarna que se están produciendo en algunos lugares de la Comunidad. 

Por otro lado, el conejo lleva tiempo en el punto de mira de los cazadores aragoneses, ya que está afectando gravemente a los cultivos de muchos agricultores. “Ya está considerado como plaga, lo estamos cazando casi todo el año y con todos los medios posibles”, explica Girón.

Un impacto económico millonario

El sector de la caza en Aragón movilizó 258 millones de euros en el año 2015. Así lo recogía el último informe llevado a cabo en la Comunidad, Impacto económico y análisis del gasto cinegético en la Comunidad Autónoma de Aragón, elaborado por la consultora Deloitte.

Este estudio también daba a conocer el perfil de cazador que acude a los cotos aragoneses. Un hombre de 45 años de edad, procedente de Aragón, con estudios primarios y unos ingresos medios de 1.600€ netos al mes que practica tanto la caza mayor como la menor y acude principalmente a cotos deportivos. Además, cada cazador realiza un gasto medio anual de 5.252,7€ de los cuales un 41% está destinado a armería y munición y transporte.

Mosqueruela (Teruel) es uno de los municipios aragoneses donde la caza supone un gran impacto económico. Cuenta, por un lado, con un coto municipal, gestionado por el Ayuntamiento –que se encarga de la caza mayor–, y la sociedad de cazadores, –que se ocupa de la caza menor y el jabalí–. Por otro lado, dispone de un coto privado. Unas 200 personas al año se reúnen en este lugar de la comarca Gúdar-Javalambre para capturar, principalmente, cabra montés y corzo.

“Para el Ayuntamiento de Mosqueruela disponer de la caza mayor supone, aproximadamente, un 10% del presupuesto municipal, es decir, unos 70.000€”, declara su alcaldesa, Alba Lucea, quien también, reconoce, "no solo es un beneficio para el ayuntamiento, sino también para los comercios locales”. Además, en este consistorio, a diferencia de los cotos deportivos, se sacan a subasta los permisos para cazar machos de cabra montés. “Este año, por ejemplo, nos han concedido 17 trofeos y la verdad es que estamos contentos con el cupo, teniendo en cuenta que la sarna no la tenemos por aquí, pero sabemos que está próxima”.

Y concluye: “La gestión del coto no implica solo recaudar, sino reinvertir en el medio parte de lo recaudado para la conservación de caminos, reparación de fuentes, abrevaderos, etc.”.