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SEMANA SANTA

Emoción y devoción a partes iguales en las procesiones que recorren la Comunidad

En Huesca, la lluvia obligó a suspender la procesión, pero en Teruel y Zaragoza pudieron disfrutarse con normalidad

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto En Teruel, 200 cofrades se reunieron para acompañar al Cristo portando la Cruz y a la Virgen del Rosario

Los vecinos y visitantes de las tres capitales aragonesas disfrutaron con devoción de la celebración del Martes Santo. En Teruel, 200 cofrades se reunieron para acompañar al Cristo portando la Cruz y a la Virgen del Rosario. Las calles de capital mudéjar volvieron a vibrar al ritmo de tambores, bombos y cornetas en una procesión muy emotiva para los cofrades.

"Mi padre lleva muchos años saliendo y un día comenzó porque estaban faltos de gente y le dije: 'Si quieres te ayudo y probamos a ver'. Se lo conté a él y me dijo: 'Pues venga, voy contigo'", explicó uno de los cofrades. "Llevamos muchos años con el Nazareno y ya hemos hecho amistades dentro de la cofradía", señaló otro.

En Huesca, la lluvia obligó a suspender la procesión, aunque esto no evitó que se viviera la pasión del Martes Santo. La cofradía tuvo que conformarse con interpretar algunos toques en el patio del colegio San Viator. "Como os podéis imaginar no es un plato de buen gusto decirle a la cofradía y a todos los que están que no se va a poder salir", señaló con pena Nacho Rodríguez.

Y, en Zaragoza, el cielo dio tregua. Los tambores acompañaron al Cristo Despojado desde San Juan de los Panetes, para gozo de los que vienen de fuera y de quienes no se pierden una procesión. La cofradía del descendimiento volvió a cantar jotas a su Virgen de las Lágrimas. La procesión cumple 50 años acompañada de un público incondicional. Cinco horas de recorrido que terminaron en San Cayetano, donde los pasos descansan hasta el Jueves Santo.