El vino con el que brindar en 54 países se produce en Aragón

Sentarse a la mesa de un restaurante en Pekín y poder elegir un vino aragonés en la carta, hacer un brindis en Canadá con una copa de tinto de la Comunidad o catar en Australia una garnacha producida en Aragón es posible. Las exportaciones aragonesas continúan ganando músculo y en 2021, siguiendo el viento a favor de la media nacional (+21,2%), marcaron un nuevo máximo histórico de 14.425,13 millones de euros. El caso del sector de la agroalimentación ha conseguido hacerse ya con la segunda posición en el ranquin de productos que se venden en el mercado exterior.  

Las exportaciones han tenido un incremento interanual del 7,7%, dentro de una tendencia positiva sostenida en el tiempo de manera ininterrumpida desde 2012, según recoge el servicio de Aragón Exterior (AREX). Francia, Alemania, Italia y Reino Unido son los principales mercados para los productos de la Comunidad, con un protagonismo creciente de China, que ya concentra 901,44 millones de euros, de los que el 80% (723,06 millones) corresponden al sector agroalimentario.

El sector del automóvil se mantiene como principal baluarte del sector exterior de Aragón, con 3.938,7 millones de euros (un 27,3% del total) y ello, pese a la caída de 457,6 millones de euros sufrida por la crisis de los componentes que ha debilitado la producción en el último año. Le siguen las áreas de alimentación, bebidas y tabaco (con un valor de las exportaciones de 2.731,5 millones de euros, el 18,9% del total) y los bienes de equipo (con un valor de las exportaciones de 2.327,3 millones de euros, el 16,1%).

Una distribución bien recibida por la responsable del Departamento de Economía, Planificación y Empleo, Marta Gastón, quien destaca el "empuje cualitativo" experimentado por la economía aragonesa en 2021, su "fortaleza" y, especialmente, esa "diversificación" a la que ha contribuido el sector agroalimentario que, con un incremento interanual del 6,6% hasta los 2.731,53 millones de euros, ha compensado "con creces" la bajada del 10% de la automoción, cuyo peso sobre el total de las exportaciones baja por primera vez del 30%.   

De esa pujanza del sector agroalimentario participan principalmente los productos cárnicos (63,4%) (en su mayoría la carne de cerdo) que, espoleados por la ventana que se ha abierto de par en par en el mercado chino (más de 1.000 millones de euros de incremento entre 2016 y 2021 y ya destino de la mitad de la producción), experimenta un crecimiento del 10% en el último año. Le siguen en peso sobre el total, pero a una distancia notable, las frutas, hortalizas y legumbres (11%), que han crecido un 34,2% en los últimos 12 meses, los piensos animales (6,6%), cuyas ventas al exterior se han disparado un 79,4% en el último año, los preparados alimenticios (6%) y las bebidas (4%). 

Apuesta por la venta multicanal y las marcas propias 

En esa pugna continua por hacerse un hueco en los mercados internacionales, Bodegas Borsao presume de haberse trabajado durante años una posición de privilegio que le ha permitido sobrellevar mejor la crisis de consumo por la pandemia hasta lograr en 2021 que el 65% de sus ventas de vino embotellado se anoten en la hoja de los mercados internacionales, que ya acumula 54 países. 

Así, sus principales ventanas al exterior son Estados Unidos y Canadá, Alemania, Reino Unido y Suiza, en Europa, China y Japón, en el mercado asiático y también Australia. 

Tras una trayectoria de “crecimiento sostenido” en un mercado “bastante maduro”, en 2019 la marca aragonesa facturó en el mercado exterior siete millones de botellas, según recuerda el 'export manager', Guillermo Rodríguez. Un hito que se vio sacudido al año siguiente por la irrupción de la pandemia, de la que Borsao salió airosa gracias a argumentos como la apuesta por el multicanal. 

“A pesar de que, lógicamente, supuso un freno, problemas como que se nos cayera el trabajo que veíamos realizando con las aerolíneas no causaron un daño irreparable y unos mercados y canales se compensaron con otros”, analiza Rodríguez, quien destaca el paso al frente dado por Borsao cambiando cantidad por calidad: menos botellas pero mayor calidad e incremento del precio medio, que reporta mayor margen de beneficio.  

Ello pese a un contexto que Rodríguez califica de "muy negativo" por el encadenamiento de dificultades como las trabas de Rusia, las sanciones impuestas por Donald Trump, la espiral inflacionista y ahora el ataque ruso a Ucrania, que, según prevé, agravará esta escalada de los costes y provocará una corrección en el precio de venta. 

Vinos reconocidos por su relación calidad-precio 

Todo ello no ha frenado a una empresa en estado de gracia que, precisamente, atribuye su "fortaleza” y “estabilidad” al hecho de que casi toda su producción (90,8% del vino embotellado) la venda a través de marcas propias como Tres Picos, Borsao Selección, Cabriola y Zarihs, entre otras.  

“Realmente pocas bodegas pueden decir que el 90% de su facturación viene de su propia marca. Nosotros creímos en esa estrategia a largo plazo e invertimos mucho y es súper importante porque a veces cuando haces un producto ‘ad hoc’ para un cliente al año siguiente este se va con otro productor", analiza el experto de Borsao. 

Campo de Borja, marca Aragón y marca España. Las marcas bajo el paraguas de Borsao aprovechan la buena percepción que de los vinos españoles tienen los mercados internacionales. “Cada mercado es un mundo, pero, en general, nuestros vinos son apreciados por su gran relación calidad-precio. Mucha calidad e inversión en investigación, buenas condiciones de clima y suelo, poca producción por hectárea y una correcta comercialización”, resume Rodríguez. 

Atributos que han merecido diferentes reconocimientos de la crítica internacional que, paradójicamente, han permitido dar a conocer el producto en el mercado nacional. "Te abre muchas puertas e incluso nos ha permitido volver a los orígenes, a España, y en muchas zonas, pese a que somos un baluarte de la garnacha, se nos ha comenzado a conocer comercialmente de esta manera", reconoce.