Los destinos de playa donde los turistas aragoneses se sienten como en casa

El buen tiempo pone a los aragoneses rumbo al mediterráneo. En el fin de semana de los viajes de fin de curso, miramos a los municipios que son considerados "la playa de los aragoneses". La Pineda, Salou, Cambrils o Sagunto son las salidas favoritas de Aragón al mar. Para Huesca y Zaragoza, el Ebro marca el camino hacia la Costa Dorada y para los turolenses, su conexión es Sagunto (Valencia). Playas que ya han hecho suyas y que esperan al visitante aragonés para pasar un verano como nunca.

Alejandra Gil y Héctor Fraguas acaban de llegar a la Costa Dorada. Este es el primer verano con autopista gratuita. En dos horas y media desde Zaragoza viajan a una playa que conocen desde niños. "Hemos venido aquí desde siempre. Desde que tenía un añito ya tengo fotos en la playa. Con las amigas, después de la selectividad, después de un curso tan duro como segundo de Bachillerato, para mí fue la mejor semana de ese verano", destaca Alejandra. Héctor añade, "llegamos aquí y ya no nos parece un sitio de ocio o vacaciones, sino que sentimos como si estuviéramos en nuestra casa".

Teruel es la capital aragonesa que más cerca está del mar. Poco más de una hora a Sagunto y por una carretera entre naranjos, en diez minutos se llega a Canet de Berenguer. Mari Carmen Muñoz y Tomás Lahuerta son dos turolenses que acaban de llegar a su apartamento en Sagunto, donde estarán hasta final del verano. Y aunque ya echan de menos su ciudad, su entorno no es desconocido. "Lo mío es levantarme a las siete de la mañana, por la orillita de la playa bajarme hasta el puerto. Llego a las rocas. Me siento un poquito y luego vuelvo y preparo el desayuno", aclara Mari Carmen. Tomás, también se siente como en casa, "aquí te sorprenderías de ver la gente que hay de Teruel que tiene apartamento propio o alquilado. Vas por la orilla de la playa: 'adiós adiós'. Parón: '¿para cuántos días has bajado?' Gente que pasa por aquí y te ve y te saluda. Lo que hacemos en Teruel", destaca.

Angelina Cruz y Jesús Neira viven en Maria de Huerva y acaban de llegar a La Pineda. Se quedan hasta noviembre. Lo primero es saludar a Arturo, el propietario de su bar de referencia. La Costa Dorada es su destino de vacaciones desde que eran novios. Hace más de 20 años se decidieron a comprar apartamento. "Por eso decidimos a venir aquí porque a los niños les encantaba y lo pasábamos muy bien. Y al final dijimos: 'Vamos a comprar uno porque vendremos cuando seamos abuelos'. Y fue por eso, para que los chicos sigan disfrutando de la playa", expresa Angelina. Jesús destaca que lo que más le gusta es pasear: "Para mis piernas va mejor el paseo y recibes mucho yodo y sales minerales del mar. Te carga las pilas para el resto del año. Vuelves renovado".

Angelina y Jesús decidieron comprar su apartamento hace 20 años.

Comprar un lugar para disfrutar

Primero en hotel, luego en alquiler y finalmente la compra. La costa es una de las opciones favoritas de los aragoneses para su segunda vivienda. Ahora invertir para alquiler turístico se ha convertido en tendencia. "Aquellas personas que estén dispuestas a invertir en Salou y la Costa Dorada quizá, seguramente, tienen los fondos garantizados porque la tendencia del precio de los pisos en los próximos años es que vuelvan a subir", explica Álex Savé, de Administraciones Savé.

La pandemia también ha animado a muchos a comprar un lugar para disfrutar. "Esto es lo que nos piden sí. Aire, pino, relax, tranquilidad e inversión. Estamos vendiendo los dos extremos opuestos. Un apartamento pequeñito para invertir y sacarle un rendimiento y otros es: 'Quiero mis vacaciones. No quiero que me vuelva a pasar de quedarme encerrado en casa'", reconoce Lourdes Vilafortuny, responsable ventas Ibersol Inmobiliaria.

Desde la oficina de Turismo de Sagunto si que han notado ese interés. "Había muchísima gente muy interesada en comprar vivienda. Antes había mucho alquiler y, ahora, es mucha gente interesada en comprar, sobre todo por aquí por la playa", declara Cristina Baena, una de las técnicos. La vivienda propia es el alojamiento mayoritario del turismo aragonés en Sagunto. Son de Aragón el 15% de quienes atiende la Oficina de Turismo, casi todos turolenses. Tienen la playa tan cerca que muchos deciden el plan en el mismo día. "De hecho, muchas veces nos llaman a la oficina preguntándonos por la bandera. Nos dicen que son de Teruel. Si está verde bajan. Si está amarilla o roja, ya otro día mejor", expone Baena.

En Salou, una sexta parte de los propietarios son aragoneses, principalmente de Huesca y Zaragoza. Representan el número uno en su ranquin de turismo interior, por encima de los propios catalanes. Y eso se refleja en la economía. La ferretería Sariñena fue fundada por un zaragozano en Salou y llevan abiertos al público desde los años 60. "Aragón me reporta el 80-90% de los ingresos en este local, y en Salou yo creo que lo mismo. El turismo aragonés, el nacional, ese es el que me hace mi base de negocio. Y luego los extranjeros, el turismo que viene una semana, 15 días, el turismo que nos dan", aclara Mari Carmen Latorre, dueña.

Los turistas triplican en verano la asistencia sanitaria de la Costa dorada. En el CAR de Salou abren 24 horas para atención primaria y urgencias. Para enfermos crónicos, recuerdan, lo mejor es venir con las recetas preparadas desde Aragón. Jesús Vizcaíno, del Centro de salud, afirma que atienden a todo el mundo. "Vamos a multiplicar nuestra plantilla de atención al visitante y las urgencias por tres. Y que recuerden traer su medicación y todo aquello que van a necesitar para el cuidado de su salud y tener una estancia confortable".

Porque la Costa Dorada se presenta también como turismo de salud. La ruta de los Miradores y el camino de Ronda guían al visitante por la zona más natural de su Cabo. El alcalde de Salou, Pere Granados, explica que las condiciones son el gran atractivo del lugar: "Además de disfrutar de toda la oferta turística del municipio también es una manera de hacer salud. Veníamos a los baños a pasar unos días de verano para que el invierno fuese mejor, para que no se resfriasen tanto, el sol, el yodo. La gastronomía de Salou que cada vez está cogiendo más fuerza y es una de las grandes preferencias de los más de dos millones de visitantes que recibe Salou en una temporada".

El 15% de los turistas atendidos en Sagunto, son de Aragón.

De Teruel a Sagunto

La jota resuena a menudo en Sagunto. El centro de Aragón es un lugar abierto donde la gastronomía y las fiestas son protagonistas. Hay plenitud de planes de ocio para el público adulto desde la gastronomía, tomar algo o conocer gente nueva. Ángela Navarrete es la Presidenta del Centro de Aragonés en Puerto de Sagunto. Explica que Teruel forma parte de la localidad valenciana. "De las tres provincias de Aragón vienen aquí al puerto o para las fiestas o para la playa. Y evidentemente cuando hay un vino de honor ¿Qué traemos? Jamón de Teruel, queso y todos los embutidos típicamente aragoneses. No podemos perder eso".

Asimismo, dos años después de la pandemia, los estudiantes de todo Aragón celebran en la costa que han terminado su bachiller y sus exámenes de EvAU. "Llevo 45 años en el sector y siempre ha sido la playa de los aragoneses Salou, y encima su lugar de ocio para todos los jóvenes a partir de 18 años. Siempre les ha encantado Salou", incide Hilario Benítez, propietario Discoteca Tropical en Salou.

Eduardo Abenójar, presidente de la Asociación de restauración y ocio nocturno de Salou, expresa que es una tendencia en alza: "Ya se hizo una buena semana santa, se trabajó muchísimo. Ahora tenemos unas cifras impresionantes. la gente tiene ganas de salir, de divertirse y estamos viendo mucha afluencia". Los aragoneses son el 40% de la clientela nuestra durante todo el año porque, como tienen apartamentos aquí, en los fines de semana de invierno se dejan caer alguno.  

El sol, las playas y muchas ganas de volver a disfrutar como antes, como nunca. Para seguir fabricando este verano los recuerdos que guardaremos para siempre.

Los aragoneses representan el 40% de la clientela del ocio nocturno según Eduardo Abenójar.