El turismo rural vuelve a despegar en Aragón tras dos años de pandemia

Después de casi dos años de pandemia y tras varios meses de incesante lucha para garantizar su propia supervivencia, el turismo rural comienza a despegar en Aragón. Así lo demuestran los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que reflejan un aumento del 42% en las pernoctaciones en alojamientos rurales de la Comunidad, contabilizando un total de 555.929. A nivel nacional, la cifra aumentó un 53,4%, hasta alcanzar los 9,6 millones de pernoctaciones.

El final de los confinamientos perimetrales y el notable interés por los espacios naturales son los principales motivos que están detrás de este crecimiento. “Las restricciones de movilidad fueron un problema muy grande. La recuperación se ha dado, sobre todo, a partir del verano, con los puentes y los fines de semana”, señala Jesús Marco, presidente de la Federación Aragonesa de Turismo Rural.

El máximo dirigente de Faratur recuerda que la cifra de casas rurales cerradas durante los meses más complicados de la pandemia llegó a alcanzar el 30%. “A partir de abril esperamos que crezca la ocupación. Las casas rurales llenamos, sobre todo, los fines de semana y en Semana Santa. Ahora todo el mundo quiere aire libre, espacios abiertos… El turismo rural es el pulmón del turismo en Aragón”, sintetiza Marco.

La Sierra de Albarracín es uno de los principales reclamos turísticos de la Comunidad. En la localidad cabecera de esta comarca turolense, la satisfacción es “máxima” después de haber registrado entre 200.000 y 250.000 visitantes durante el año pasado. “El 90% ha sido turismo interior y de familias, sobre todo llegados desde la Comunidad Valenciana y la Comunidad de Madrid”, explica Míchel Villalta, alcalde de Albarracín.

El centro de Albarracín con distintos grupos de turistas. / Turismo Aragón

Con casi 60.000 visitantes, agosto fue el mes del año que más afluencia registró la localidad, que cuenta con 120 establecimientos entre alojamiento, restauración y comercio minorista. Según las estimaciones del Ayuntamiento, Albarracín recibió un total de 82.000 vehículos en 2021, con una media de entre dos y tres visitantes en cada uno. Este registro no contabiliza los turistas llegados a través del servicio de autobús o los turismos que estacionan fuera de la zona azul.

De cara a este año, la previsión es que estas cifras continúen al alza. “En enero de 2021, coincidiendo con las restricciones, registramos una media de 63 vehículos. Solo en enero de este 2022 hemos aumentado hasta casi 5.000 vehículos…”, revela Villalta.

200.000 turistas en un pueblo de 350 habitantes

Donde también celebran el repunte del sector es en Alquézar, otra de las joyas turísticas de Aragón. En la localidad oscense, que cuenta con 350 habitantes, los datos hablan por sí solos: 126.250 personas disfrutaron de las pasarelas; las visitas a la colegiata de Santa María la Mayor ascendieron hasta las 68.000 personas, mientras que el personal del Consistorio realizó 7.500 visitas guiadas.

“Estas cifras son buenísimas. Si sumamos estos tres indicadores, son más de 200.000 turistas en el núcleo de Alquézar. Para un pueblo con 350 vecinos es algo que habla muy bien de la localidad”, sintetiza su alcalde, José Mariano Altemir, que, como el resto de ediles de la Comunidad, confía en que el final de la pandemia “sea una realidad cuanto antes”.