El turismo de aventura anima la ocupación de los hoteles del Pirineo

Cada vez son más las personas que visitan las montañas aragonesas para disfrutar del turismo de aventura. Actividades que van más allá de la nieve y que ofrecen desde barranquismo a escalada, pasando por la tirolina, o el vuelo en parapente. Propuestas que tras la pandemia vuelven a tomar impulso atrayendo a turistas a los pueblos del Pirineo.

Este fin de semana la ocupación turística se encuentra entre un 60% y un 80% dependiendo de la zona, en la provincia de Huesca. La previsión de mal tiempo ha generado algunas cancelaciones. 

Aprovechar el fin de semana para conocer nuevas zonas ha sido una máxima para muchos: "Venimos de Lérida y no conocíamos esta zona", confirmaba una turista en Hoz de Jaca.  

"El boogie, la verdad, es que nos ha gustado mucho. Hemos visto nieve", señalaba un turista en la mañana de este domingo mientras disfrutaba de una actividad guiada. 

Esa es una de las actividades que ofrece la empresa Acción Pirineos de Jaime San José, quien celebra que cada vez hay más demanda de planes que combinan turismo y adrenalina.

"Se ha notado un incremento bastante importante, sobre todo, las ganas de la gente de vivir experiencias en sus vacaciones, en sus fines de semana, incluso, regalar", indicaba

Otra opción, solo apta para los más valientes, es el parapente. "Me encanta todo lo que es el aire y esto ya es fabuloso. Inexplicable", comentaba un joven tras disfrutar de las vistas de la localidad oscense desde las alturas. 

También desde el aire, la tirolina de Hoz de Jaca ha aumentado sus visitantes. "Cada año viene más gente, y, sobre todo, después de la pandemia el incremento se ha notado muchísimo", subrayaba José Luis Salicio, gerente de la actividad. 

Ese turismo se nota también en los restaurantes y hoteles de la zona, que ven como la temporada se va animando. 

"Para los que estamos abiertos todo el año nos supone muchísimo el que podamos ya, desde abril, mayo, empezar a trabajar con las empresas de deportes de aventura, porque nos ayudan muchísimo a que el cliente que venga aquí tenga multitud de actividades por hacer", aplaudía Anabel Costas, propietaria del Hotel El Privilegio de Tena.