El templo de Panillo celebra el Año Nuevo tibetano y pide por la paz para Ucrania

El templo budista de Panillo (Huesca) celebra este jueves el inicio de un nuevo año, el del tigre de agua, según el calendario lunar tibetano. En este centro se han recuperado las celebraciones tras la pandemia, y han pedido por la paz en Ucrania y en todo el mundo. 

El centro ha limitado su aforo a 60 personas y ha iniciado el día con un desayuno a base de arroz, té bendecido y la milenaria ofrenda de catas. "Es recibir el año con un pañuelo blanco que significa la pureza, la paz... Es un pañuelo, además, que representa la bienvenida al año nuevo con todo el mejor augurio", ha explicado Tsering Dorye, responsable de redes sociales del templo. 

Alrededor de 150 personas se han congregado esta mañana en torno a la conocida como montaña de purificación. La mayoría son personas procedentes de la comarca de la Ribagorza, pero también han acudido visitantes desde Oviedo, Madrid, Mallorca o Canarias. "Hemos pedido que haya en el mundo amor, compasión y paz", cuenta uno de los asistentes. "Que estos tiempos cambien, desde luego, y que haya más armonía", apunta otro de los visitantes. 

También se ha realizado un ritual del fuego como ofrenda a las divinidades y después el lanzamiento de harina, como si cayeran bendiciones, con el objetivo de comenzar el año del tigre del agua, un símbolo de fuerza valentía y, según cuentan, del fin de todos los males.