El taller de Stellantis Figueruelas ha montado 25.000 baterías en su primer año

El taller de baterías de la planta de Stellantis, ubicada en el municipio de Figueruelas (Zaragoza), ha cumplido un año de actividad. Un centenar de personas trabajan en estas instalaciones, en las que se han montado 25.000 baterías destinadas al Corsa eléctrico.  También, suministra a la planta de Villaverde en Madrid, en este caso dirigido al Citroën C4.

A pesar de la crisis de los microchips, la compañía automovilística se plantea ampliar la producción en ese taller en el segundo semestre de este 2022. Cada día salen de él un total de 270 unidades.

Las perspectivas de mercado son "favorables", dice Beatriz Méndez, responsable del taller. "Creemos que la demanda del coche eléctrico va a subir en la segunda parte del año. A medida que se acerque la fecha decidiremos", añade.

Los módulos de cada batería proceden de China y cada coche necesita 18. En el interior de cada módulo hay seis celdas que, en su conjunto, generan un residuo difícil de reciclar. A este respecto Méndez asegura que "de marzo a abril ya van a venir todos los módulos con el cartón". "Una de las mejoras medioambientales y económicas que vamos a tener", explica.

Adaptación frente a la falta de microchips

Lo que llega desde apenas unos kilómetros, desde la empresa Proma en Épila, son las carcasas de esas baterías, que también viajan hasta la planta de Stellantis situada en Vigo. Un año de vida de este taller en el que no ha sufrido directamente la falta de microchips, pero han tenido que adaptarse a los parones en de las líneas de montaje. "Tenemos un  stock de baterías intermedio para poder también absorber esos vaivenes de las plantas", explica Méndez. 

La forma de trabajar en este taller es única en el grupo. La logística, el mantenimiento, la ubicación y los envíos a Madrid se organizan directamente, sin depender de la planta que se encuentra al lado.