El sector reclama facilidades más allá de la ampliación de aforos

Los eventos con música en vivo han vuelto y, gracias a la evolución favorable de la pandemia, cada vez la programación es mayor. Sin embargo, desde el sector destacan que todavía es pronto para hablar de recuperación, porque solo están trabajando un 15% de lo que sería normal en esta época del año.  

Es solo un comienzo, dicen, porque con  la mayoría de salas de conciertos cerradas, las fiestas patronales suspendidas hasta el 31 de agosto y con festivales importantes cancelados, como Pirineos Sur, Polifonik o Vive Latino, creen que su situación sigue siendo difícil. "Se nos ofrece una ampliación de aforos, pero no es suficiente para rentabilizar. Vemos un evidente agravio comparativo con prácticamente todo el resto de los sectores, a los que, en mayor medida que a nosotros, se les está permitiendo ejercer su actividad", denuncia Chema Fernández, presidente de la Asociación de Promotores de Música de Aragón.

Con la vista puesta en septiembre

Calculan que en la actualidad hay un 15% de la actividad que habría en un verano normal y ponen la vista en el mes de septiembre, cuando piensan que ya podrán realizarse la mitad de las actuaciones en vivo que habría en un año sin pandemia. "Este año, ya que ha sido tan malo, deberíamos aprovecharlo como un nuevo punto de partida y las experiencias positivas deberían mantenerse en el tiempo", señala Fernández, quien apunta que "Algunos ayuntamientos han tenido la capacidad de reacción de sustituir esas fiestas patronales por otro tipo de programaciones culturales".

Defienden desde la Asociación de Promotores de Música de Aragón que imágenes como las del concierto de Mallorca, en el que se originó un 'macrobrote' de COVID-19, no les representan porque, apuntan, ese concierto no estaba organizado por profesionales del sector.