'El Rey León' o 'Harry Potter': cultura pop que es política y no lo sabíamos

Detrás de muchas películas, series o libros de nuestra cultura reciente se esconden conceptos y teorías políticas y filosóficas. Así pues, detrás de 'El Rey León' estaría la historia de un golpe de Estado, 'El cuento de la criada' narra cómo se impone una dictadura religiosa tras una catástrofe y 'Harry Potter', nos contaría la historia de un líder fascista. De todo ello se habla, desde este pasado miércoles día 19 de enero, en el ciclo 'PolíticaPop', impulsado por el Laboratorio de Aragón Gobierno Abierto, LAAAB. 

"El Rey León es una adaptación de 'Hamlet', de Shakespeare", explica Manuel Rodríguez, codirector de Cámara Cívica, entidad que imparte el ciclo: "Es la historia de cómo el hermano del rey lo asesina y pretende matar a su heredero para hacerse con el trono, y el hijo tiene el dilema de matar o no a su tío", señala. Esta historia, aparentemente infantil, sería la de un golpe de Estado y un derrocamiento. "De hecho, en la famosa escena de Scar (hermano del rey) con las hienas, se utiliza literalmente las palabras 'golpe de Estado'", explica Rodríguez. 

Y añade: "Incluso hay un momento en el que Scar organiza a las hienas, -que son los excluidos y sectores desfavorecidos- para que desfilen y sean sus soldados, en una escena que es copiada de la película 'El Triunfo de la Voluntad', de propaganda nazi". Disney, según esta teoría, utiliza la iconografía fascista en la película. "La forma en que Scar organiza a los desfavorecidos tiene referencias históricas, como 'la conjuración de Catilina' contra el gobierno romano de Cicerón", añade Rodríguez.

El de 'El Rey León' es solo un ejemplo, pero hay más. Otros casos que cuentan desde Cámara Cívica son 'El Juego del Calamar', que habla "del capitalismo y el liberalismo", o la saga 'Harry Potter', que no es solo un relato de magos y un colegio de magia, sino "la historia de cómo un líder fascista toma el poder... Cuando se habla de los 'sangre sucia' se está introduciendo el racismo", indica.

Lo que enseña la República de Gilead

'El cuento de la criada' es interesante porque está basado en un libro de los años 80 y desarrolla varios conceptos, según afirma Rodríguez. "Todo el planeta está en crisis y se puede extinguir la raza. Se aprovecha la crisis climática, de alimentos y fertilidad para dar un golpe de Estado y se crea una teocracia judeocristiana muy radical, la República de Gilead. En ese contexto se tira de un fragmento del Génesis 30 para decir que las pocas mujeres que son fértiles pueden ser esclavas sexuales cuyo único fin es dotar de hijos a los líderes de la revolución", indica Rodríguez. 

Este título, señala, tiene muchas lecturas: Por un lado permite analizar el concepto de patriarcado: cómo se genera un sistema de relaciones de solidaridad entre el género masculino para crear instituciones que hagan que su dominio no se vea cuestionado. Al aplicar las leyes divinas, las mujeres "no tienen derecho a leer o gobernar". Otra de las lecturas de este libro (adaptado a serie de televisión) es la del sistema económico. "En esa sociedad teocrática se termina el capitalismo y se inventan una forma de funcionar ecológica, donde no hay dinero, no se malgasta nada.... pero por otro lado es un estado policial totalmente controlado y dictatorial bajo la ideología del fundamentalismo cristiano".  

Contra el mensaje escuchado en ocasiones de que el Islam puede ser un riesgo para la democracia, esta serie plantea "que no es la religión concreta sino la forma de entenderla". 

El curso tiene una triple metodología, según explica Rodríguez: "En las sesiones 'online', diferentes expertos cuentan el contexto que dio lugar a cada escuela del pensamiento. En la parte presencial, en el LAAAB, veremos los representantes de cada ideología y analizaremos las películas. Por último, vamos a un bar para hacer un debate mientras tomamos una cerveza. Tenemos la visión de contexto, la teoría política y luego a filosofar".

Cámara Cívica es una entidad de economía social que acerca la política a la ciudadanía través de la cultura. Según Rodríguez, "la cultura pop, series, películas, literaturas e incluso los memes son elementos que consume la mayoría de la población y que trasmiten valores y son interesantes para que la gente se forme en asuntos como el cambio climático, Derechos Humanos...". Así pues, parten de la base de que "todo es política" y que el día a día depende de decisiones colectivas, por lo que les gustaría que la gente participara más en ellas, dice el codirector de Cámara Cívica.

Mucha gente no tiene tiempo o no le interesa ir a un debate político, dice Rodríguez, quien añade: "Nosotros hacemos pequeños debates informales en bares, diseccionamos una película o serie y vemos la filosofía política que hay detrás de cada cosa. Este formato permite tratar temas sensibles y complejos y los asistentes sí se atreven a preguntar. Muchas veces comienzan diciendo 'Creo que es una tontería, pero...' y se generan conversaciones muy interesantes", asegura. 

Gobierno y ciudadanía

Este ciclo es parte de las 120 actividades de programación del Laboratorio de Aragón Gobierno Abierto para este año 2022. Raúl Oliván, director general del LAAAB y de Participación Ciudadana del Gobierno de Aragón, indica que la idea es formar a la ciudadanía de una forma amena y accesible: "Nos interesa una ciudadanía crítica, que conozca las diferentes corrientes políticas, que sepa distinguir entre diferentes marcos políticos para que puedan ejercer la democracia de forma plena". La acogida ha sido "sensacional", dice, ya que aseguran que en apenas 24 horas se llenaron todas las plazas, "que son un poco ajustadas por las restricciones de aforos". "Creo que tendremos que hacer más ediciones", asegura Oliván. 

Con esta programación -incluido el ciclo- se inaugura de alguna forma el espacio de casi 400 metros cuadrados en la plaza del Pilar "porque la COVID ha impedido hacer un uso normalizado", señala.  Además de espacio para talleres y seminarios, tiene un 'showroom', o un centro demostrador con paneles interactivos, entre otros.

"Definimos al LAAAB como una conversación entre gobierno y ciudadanos", explica Oliván. Persiguen tres objetivos: "Por un lado, recuperar la confianza en la democracia. Es decir, aproximar las relaciones entre institución y ciudadanos. Por otro lado, aprovechar todo el potencial de la inteligencia colectiva. Y, en tercer lugar, experimentar, investigar y explorar los modelos de acción pública".