Actividades extraescolares: entre la diversión, la educación y la conciliación

Cuadrar la vida laboral y familiar es todo un reto para padres y madres. Con el comienzo de curso las tareas se multiplican y las academias se llenan de niños y niñas en edad escolar. Pádel, inglés o música son algunas de las actividades que mantienen a los más pequeños entretenidos cuando los libros se cierran. Y a los padres y madres, haciendo auténticos malabares para ajustar las agendas al milímetro, intentando robarle horas al día para sacar el máximo partido a los  calendarios. Por delante, todo un curso de actividad frenética para las familias.

El deporte, una extraescolar imprescindible

Algo más del 90% de los escolares de entre 6 y 16 años realiza alguna actividad extraescolar, según fuentes del Ministerio de Educación. Y de todos ellos, el 70% hace deporte. Entre todos ellos se encuentran Lara y Marta Pérez, que tienen 11 y 15 años. Su padre, Ángel, asegura que toda la actividad que se despliega cuando empieza el curso, y los entrenamiento, supone que el día a día está marcado por un cronograma muy ajustado.  "Empezaban el jueves en el cole y ya empezamos con la rutina de los entrenamientos. Además la mayor entrena los domingos con el equipo. Es cuestión de ser ordenados y encajar el tiempo de ocio y de descanso", señala.  Y para las niñas, añade, es importante hacer deporte y es una manera de que tengan "una responsabilidad".

Marta, por su parte, explica que para ella el deporte es imprescindible: "Si vas a clase y luego estudias, al final la mente peta. Es mejor ir a clase, y luego entrenas, te distraes, despejas la mente. Y cuando llegas a casa, ya ves la vida de otra manera".

El pádel es una de las actividades extraescolares más demandadas. David Cebrián, coordinador de pádel El Olivar comenta que tienen alrededor de 250 o 300 niños, de los que 10 son de competición. "Con la vuelta al colegio y el fin de las vacaciones, se intenta cuadrar con los padres e hijos todo el tema de las extraescolares. Cada vez es más difícil y tenemos que hilar muy fino", añade.

Supone un gran esfuerzo de organización pero también económico. Cinco días a la semana de entrenamiento se traduce en un desembolso de 600 euros por trimestre. Un ejemplo ese el de de Sonia Fillola y sus dos hijos, que juegan a pádel. "Entrenan dos veces aquí y luego, un día a la semana fútbol... Todo esto por dos", explica. "Es cierto que supone un gran esfuerzo económico y de organización, pero los niños lo demandan. Ellos están felices y disfrutan", puntualiza.

Ángel con Lara y Marta acudiendo a extraescolares. Fuente: Objetivo

Aunque tambén hay muchos los espacios deportivos públicos que ofrecen una gran variedad de disciplinas, en las que también puden inscribirse los más pequeños de la casa. En este caso, la natación es la estrella. 

Auge de las extraescolares

Tras el deporte, el aprendizaje de idiomas ocupa el segundo puesto en el ranking. En España, el 30% del alumnado destina esas horas extra a dar clases de inglés. Prueba de ello es la academia Number 16, en Zaragoza, que se nutre en su mayoría, de niños y niñas en edad escolar, y en la que trabajan 25 profesores. Alba García, directora de esta academia comenta que tienen a niños desde un año. "Hemos abierto varios grupos y normalmente tenemos más niños desde los 3 hasta los 12, en edad escolar. Empezamos el curso con unos 300 niños", explica.

Y entre deportes y clases de inglés, también hay espacio para la música. Cuatro años lleva abierta esta escuela municipal de Calamocha en la que lo tienen todo preparado para empezar un nuevo curso el próximo 3 de octubre. "El primer año tuvimos 140 matrículas y este año, la previsión es que lleguemos a las 160. Es una actividad extraescolares que planteamos desde otro enfoque. Vienen niños, familias desde Daroca, Teruel capital, de toda la provincia", explica su director, Arturo Lozano.

Academia de inglés en Zaragoza. Fuente: Objetivo

El reto de la conciliación

Y uno de los grandes retos de las familias es el de intentar conciliar. Es el caso de Sandra Navarro, a quien no le queda más remedio que seguirle los pasos a su hija y teletrabajar mientras ella baila. "Puedo teletrabajar parcialmente. Por la mañana voy a la oficina, recojo a las niñas del colegio y por la tarde me compagino para poderlas llevar a extraescolares. Mientras ella está en clase aprovecho la hora para poder avanzar en el trabajo", admite la madre.

Más allá de las academias, los escolares tienen la opción de hacer estas actividades dentro de sus colegios que ya empiezan a prepararse para arrancar. Ya, sin restricciones de aforo, pretenden volver a niveles de antes de la pandemia. En el colegio Rosales del Canal de Zaragoza apuntan a que antes de la pandemia había un 60% de los niños que se apuntaban a estas actividades. Entre las más demandas son las deportivas. Expresan que se han realizado nuevos horarios para intentar conciliar con los padres.

Ya sea a golpe de raqueta, moviéndose al ritmo de la música o practicando algún idioma, los más pequeños aprenden pero los padres y madres, también. Unos se divierten y socializan mientras otros, tratan de conciliar y mantener a raya el calendario.