Casi la mitad de los funcionarios se habrá jubilado en la próxima década

Casi la mitad de los empleados públicos tiene más de 55 años, y en una década prácticamente todos ellos se habrán jubilado. Un relevo generacional que supone todo un reto para las administraciones públicas y los gobiernos autonómicos, y que se une al esfuerzo de reducir hasta el 8% la tasa de temporalidad en las administraciones, que ha llegado a estar en el al 40% en algunos momentos. El primer paso ha sido lanzar la mayor oferta de empleo público de la historia, 45.000 plazas, de las que más de 8.000 corresponden a Aragón. Y el programa Objetivo, de Aragón TV, se ha acercado este domingo a los funcionarios a los que ha llegado el momento de retirarse y a los que aspiran a ocupar esas vacantes.

La comunidad aragonesa cuenta una de las plantillas más envejecidas, y en el ámbito sanitario, por ejemplo, el 20% de los médicos especialistas que tienen más de 60 años. En centros de salud como el de Bujaraloz (Zaragoza), tres de los seis médicos que trabajan allí van a jubilarse en los próximos meses, incluida la coordinadora del consultorio, Purificación Barco. Ella tiene 68 años y trabaja ahora mano a mano con los residentes que les van a sustituir. “Tenemos que intentar apasionarles, para que se queden”, señala. 

Por otro lado, en departamentos de la DGA como el de Agricultura, las jubilaciones suponen ahora cerca del 3% de la plantilla total, pero el porcentaje va creciendo y en los años 2028 o 2029 podría rozar el 6% anual, explica el director general de la Función Pública, Esteban del Ruste. A partir de ese momento, añade, comenzará a bajar. 

Un relevo generacional que ha comenzado ya y que sirve también para incorporar nuevas categorías profesionales que respondan a las nuevas necesidades de la Administración. “La demanda apunta a que cada vez habrá categorías profesionales más novedosas, ingenierías de todo tipo, puestos informáticos… Hay que mantener lo que sirve e incorporar lo nuevo”, asegura. 

Reducir la temporalidad

Una combinación de experiencia y nuevos conocimientos que valoran también los propios trabajadores. Pero al reto de afrontar el envejecimiento de la plantilla se suma el de reducir la temporalidad. En Aragón, de las más de 8.000 nuevas plazas de empleo público, alrededor de 2.500 responden a esta finalidad. Un proceso que ya está en marcha y que ha conseguido ya rebajar esa temporalidad, que se situaba en el 40% a finales del año pasado, señala Del Ruste.  En la época de la crisis del 2008, cuando “no solo se congelaron las ofertas, sino que se redujeron” señala. “Ahora, la tasa de reposición es, como mínimo, del cien por cien, e incluso superior en algunos sectores”, añade.

Pero en todo este proceso de renovación, es fundamental que el conocimiento del funcionario que se va no se pierda, advierte. “Y estamos diseñando un plan para evitar que suceda”, asegura.

Más opositores y más jóvenes

La otra cara de la moneda es la de los opositores, que invierten mucho tiempo y mucho esfuerzo personas en conseguir un empleo fijo de por vida. Una estabilidad que cada vez es más valorada, y que lleva a muchos recién titulados a empezar a prepararse para acceder a la administración. 

Es el caso de Carlos Marcén, que con 18 años lleva casi un año preparando las oposiciones para ingresar en el cuerpo de Policía Nacional. “No quiero hacer un grado superior de nada. Quiero trabajar de algo que de verdad me guste, y desde que era pequeño, lo mío era la policía”, señala. Aún así, admite, también influyen las condiciones laborales que ofrece trabajar para el Estado. “Un 60 por ciento es por vocación, y un 40 por ciento por estabilidad. No estar pensando si vas a llegar o no a final de mes y saber que no te van a despedir, que los horarios no son muy malos…”. 

También está animado por el mayor número de plazas y, por tanto, de posibilidades en juego. “Si habitualmente había de 1.500 a 2.000 plazas, tener ahora 3.000 es bastante jugoso”, apunta.

Jorge Díez, director de la academia Campus de Oposiciones, confirma que el número de aspirantes se ha multiplicado en los últimos años. “En época de crisis con pocas plazas, podíamos tener unos 20 alumnos para preparase para policía. Ahora podemos rozar los 150”, señala. 

En cuanto al perfil del personal funcionario en Aragón, es mayoritariamente mujer, de entre 45 y 50 años, y con alrededor de dos décadas de experiencia. Este es otro de los cambios que se han producido en los últimos años, la feminización del sector público, sobre todo en el ámbito de la educación y el sanitario. Por ejemplo, ellas suman ya un 60% de los médicos especialistas de la Comunidad.